jueves, 21 de mayo de 2020

El campo de minas


La salida de Vettel de Ferrari está dando para horas y horas de divertimento (leer en italiano, per favore!), pues mientras aquí se sacude a todo lo que huela a posicionar a Carlos Sáinz frente a Charles Leclerc en 2021, al otro lado de la linde la peña está tomando posiciones con una naturalidad enternecedora y sin que nadie diga nada.

Vaya por delante que considero que Charles y Carlos no necesitan de estos movimientos que juegan a futuro porque no hay responsabilidades, aunque, también es verdad, permiten ganar algunos seguidores en redes sociales por aquello de que la equidistancia vende mucho entre los incautos. En todo caso, que es a lo que vamos hoy, me sorprende la capacidad para sembrar minas que muestran los más apasionaditos, y es que en 2019 ya tuvimos una buena dosis de agravios por parte del monegasco que justificaban las correspondientes respuestas de Sebastian.

¿Vettel desoía las órdenes de equipo? Tranquilos todos, que Leclerc había empezado antes. ¿El tetracampeón volvía a desobedecer las intrucciones del muro o se pasaba por el arco del triunfo los pactos del briefing? Tranquilos otra vez, que lo de Bahrein fue muy fuerte, etcétera.

Los primeros en denostar a Charles han sido los que ahora defienden su estatus de número 1 en 2021, y sé lo que me digo porque a lo largo del año pasado hemos tenido golosas muestras en los comentarios de este blog. En todo caso esto no es lo relevante, ya que a tontas y a bobas se está instalando un ideario que va a justificar todo lo que haga el alemán si al final la temporada 2020 arranca de una vez.

Ferrari ya tenía pensado deshacerse de él, ergo será normal y comprensible que no se adapte al SF1000 porque es el monoplaza de Charles, por ejemplo. También será digerible que el de Heppenheim no haga caso de las intrucciones que le den, porque, total, si le han ofendido tanto que se aguanten, un decir. Y por supuesto, olvidémonos de sacar conclusiones de esta campaña a su respecto porque ya sabemos cómo es Ferrari y cómo juega de sucio con los rebeldes, que nos lo ha contado Mark Hughes...

Nada de crítica, ni por aquí ni por allá, y olvidando que Vettel y Leclerc están bajo contrato con Maranello, que ambos son pilotos profesionales, y que el segundo superó al primero en la sesión anterior, tanto en clasificación como en carrera. Pero eso sí, que no falte el correspondiente campo de minas para que se adentre en él quien no comulgue con ruedas de molino, y la consabida exigencia pública de respeto para Charles a partir de 2021, que en 2020 no cuenta ya que todavía anda Vettel por ahí.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que tiene saltar directamente de los Pinypon a ver la máxima categoría.