No puedo confirmar ni desmentir si Fernando acabará teniendo su propio equipo en Resistencia, lo que sí tengo claro es que esa bendita disciplina le gusta al asturiano más que a un tonto una tiza, y no lo digo por los éxitos cosechados tanto en la Rolex 24 at Daytona, las 24 Horas de Le Mans o el propio WEC (World Endurance Championship FIA), donde se coronó como Campeón Mundial en el supercampeonato 2018/19, sino porque tiene el veneno dentro y se nota.
Ese veneno no es otra cosa que el ingrediente mágico que distingue a los buenos de los malos aficionados, el que convierte a unos en apasionados y a otros en vulgares lobatomizados. Es un componente magistral que no ejerce los mismos efectos según sea quien lo lleve en las venas. Con Fernando, por lo que se ve, no funciona. Nuestra última experiencia en Resistencia fue la Epsilon de Joan Villadelprat, pero años después, muchos años después, para ser exactos, que Alonso pueda plantar un equipo con matriz española en el WEC es una posibilidad que no hace ni tilín ni talán, sino todo lo contrario. Si alguien lo entiende, que me lo explique, por favor...
Os leo.
1 comentario:
Nooo! Que es muy joven aún para atarse al management 24/7 de un equipo.
Muchos objetivos pendientes aún que realizar, y con los que deleitarnos.
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