Pues poquito a poquito da la sensación de que nos va a quedar un verano para enmarcar, vamos, que nos ponemos en marcha, y no sólo en tema del calendario, que también, sino en el asunto de llegar a acuerdos que faciliten la normalidad en nuestro amado deporte [El reglamento financiero de la F1 se afina y acota hasta el dinero de las fiestas].
El tema venía de lejos, pero bien está que ante la insoportable levedad del ser que ha planteado el coronavirus, las escuderías hayan entendido que han vivido por encima de sus posibilidades y que ya venía siendo hora de tascar el freno, reflexionar un poco, y aunque la solución no satisfaga a Ferrari y Red Bull, ni a Bernie, mirar hacia el futuro con ánimo de explorarlo en términos más razonables que hasta ahora. Liberty se apunta un tanto, y gordo. Quedan muchas cosas por arreglar, es obvio, pero la estabilidad tiene como cualidad principal que permite abordar los temas pendientes atendiendo a su importancia y no a su urgencia. Y ya, por fin pisamos terreno firme, y esta vez, si se me permite decirlo así: con el consenso de las partes tradicionalmente más damnificadas.
Esto se mueve... Os leo.
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