Ya es 5 de enero, domingo, y parece que fue ayer cuando decíamos adiós a la temporada de Fórmula 1 2019. Y el caso es que los días transcurren y en nada volvemos a empezar de nuevo...
Los aficionados al automovilismo deportivo somos una especie rara de cojones, entre refunfuños y alegrías se nos va la vida, pero en cuanto escuchamos el runrún de un motor ahí que volvemos la cabeza y fijamos la vista, todos a una, como Fuenteovejuna. Nadie negaría que somos un poco bipolares y que muchas veces actuamos como críos, pero bueno, imagino que ser fan también consiste en esto.
En fin, me he tomado la libertad de bajar la guardia unos días.
Duermo como las mantas, me levanto a deshoras, paseo, piso poco o nada las redes sociales y, en general, me he puesto bastante serio en eso de hacer el holgazán. El martes vuelvo a la rutina, pero hace un rato no sabía ni por dónde hincar el diente a la jornada, así que he tomado la foto que véis arriba y me he puesto a escribir sin saber muy bien adónde iba. Y mira qué bien, a tontas y a bobas he recordado que ya queda menos...
Os leo.
En fin, me he tomado la libertad de bajar la guardia unos días.
Duermo como las mantas, me levanto a deshoras, paseo, piso poco o nada las redes sociales y, en general, me he puesto bastante serio en eso de hacer el holgazán. El martes vuelvo a la rutina, pero hace un rato no sabía ni por dónde hincar el diente a la jornada, así que he tomado la foto que véis arriba y me he puesto a escribir sin saber muy bien adónde iba. Y mira qué bien, a tontas y a bobas he recordado que ya queda menos...
Os leo.
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