viernes, 17 de enero de 2020

Rose of Cimarron


Iniciábamos el acompañamiento al Dakar mencionando camiones y vamos a ir preparando las maletas haciendo lo mismo, porque hoy es 17 y aunque aún no está todo el pescado vendido, ya huele el aire a cierre de persiana.

Esta tarde hablaremos de las consecuencias, recordaremos a Gonçalves y, seguramente, mañana y pasado mañana y al otro y al otro, seguiremos dale que dale estirando en lo posible esta aventura gigantesca que nos ha llenado el mes de enero. Lo dije en mis primeras contribuciones: para mí este año suponía un retorno y ya puedo ir afirmando que ha resultado sabroso. A ver qué nos depara la jornada, luego os cuento...

Os leo.

1 comentario:

matador dijo...


Pues, como era previsible, la jornada ha deparado buenas cosas. La coronación como tricampeón de un inconmensurable D. Carlos Sainz, que ya va siendo hora de que le den un Premio Principe de Asturas (ahora Princesa), por méritos más que merecidos. Un Peter dubitativo con su futuro en las arenas, un Nasser un poco llorón, como de costumbre cuando no gana, y un Fernando que promete volver a por más y mejor.

Este año me ha parecido un carrerón. No me gusta el país por su idiosincrasia teológico-político-económica, pero los paisajes han sido espectaculares, y la carrera entretenida como pocas veces, con tres tenores dando el do de pecho y Alonso aprendiendo a marchas forzadas. Lástima la roca del 2º día, porque con vuelco en las dunas y todo, podría haber hecho un Top 10 fácil. Ha acabado y casi gana una etapa, ha llegado a oler la sangre y los tiburones de las carreras, una vez la huelen, no paran hasta comerse la presa. En dos Dakares más, lo mismo tenemos otro español más ganador del Dakar...

Salu2!