lunes, 13 de enero de 2020

Ataques de sinceridad


La pérdida de velocidad a partir de 2021 es uno de esos espinosos asuntos que traen al malandar a la tropa que vela por el futuro de nuestro espectáculo, y tampoco es que sea una cosa menor o baladí, que sé que nos entendemos, porque vaya castaña de máxima disciplina del automovilismo deportivo nos va a quedar si al final la Fórmula 1 resulta más lenta que la F2.

Omar Szafnauer (Racing Point) lo tiene meridianamente claro: en el peor de los escenarios habría que terminar capando los F2 para que la cosa no se notase demasiado...

En realidad, el rumano no apunta en sí a esa dirección, faltaría más, hace un chiste grueso sobre una posibilidad abierta desde el momento en que Liberty Media desvela sus planes y advierte que los monoplazas de 2021 serán un poquito más lentos.

¿Cuánto es eso? Bueno, de manera estimada se prevé una importante reducción en el paso por curva con el fin de que la aerodinámica que se precisa para ir rápido en terreno virado no contamine el resto de condicionantes que intervienen en el show por vuelta, velocidad en recta y los adelantamientos, fundamentalmente. A partir de este inexcusable —Liberty ha indicado que es el camino a seguir y es quien manda—, la historia va por barrios y hay quien tasa el deterioro en 3 segundos menos y quien alcanza los 6, una barbaridad se mire como se mire. ¿Llegará la sangre al río...?

Soy optimista por naturaleza y estoy mayorcete para cambiar, para qué vamos a andarnos con tonterías. Entiendo que ahora mismo todos los equipos están barriendo para casa y que en el consiguiente tira y afloja cargan las tintas con tal de arrimar el ascua a su sardina. Están los ingenieros, que son un poco como los vascos: les dices que por ahí no y ellos terminan pasando; y desde luego también está la propia Liberty, que lo último que pretende (imagino) es cargarse el estatus de la Fórmula 1.

Nuestra actividad precisa ser el no va más, lo lleva en su ADN, forma parte de su esencia, lo que no sea espectacularidad a partir de estar en lo más alto no parece una solución. Nadie nos va a librar de algunos dolores de cabeza hasta que todas las piezas encajen y el reglamento 2021 tome forma definitiva y realmente nos pongamos en marcha. Y es que, si soy honesto con vosotros, os diré que prefiero estos ataques de sinceridad con tendencia a pintarlo todo de negro, al optimismo alegre que rodeó el estreno de la era híbrida, que nos llevó en la pretemporada 2014 a escuchar cornetines y tambores, y en el Gran Premio de Australia de aquel año, a disfrutar de una lenta procesión de Semana Santa.

Os leo.

3 comentarios:

Cao Wen Toh dijo...

Al final Honda va a llevar una ventaja de años con su motor: GP2 engine!

Anónimo dijo...

"Liberty ha indicado que es el camino a seguir y es quien manda"

Y cómo es eso, José? El reglamento técnico no lo define la FIA? Recuerdo una entrada tuya, del estreno de Liberty. Que por definición, ellos controlan el espectáculo y no la normativa. Atados de manos, creo haber leído.

Respecto de la velocidad, los seis segundos que puedan perderse, permitidme la herejía...

La vuelta de Ayrton en Mónaco 1988, la de ver a Dios, 1'23''998

La de Hamilton en Mónaco 2019, 1'10''166

Casi 14 segundos. Y anda si te ibas a dormir con Senna y Prost en pista.

https://www.statsf1.com/es/circuit-monaco.aspx

Jaegielo dijo...

Ni sé si importa mucho, porque realmente entre ahorro de neumáticos y gasolina los propios pilotos van más lentos de lo que podrían ir y si no se lo piden sus ingenieros.
Hay muchos problemas que resolver para mejorar la categoría reina.