miércoles, 29 de enero de 2020

Mad world


Si tuviera que elegir tripulación para el Memphis Belle antes de su última misión —Dios nos ahorre este disgusto—, le diría a Sebastian que se tomara unos días de descanso, y no porque también mi Felipe percibe que van a mirar con lupa al alemán en Maranello [Massa no ve claro el futuro de Vettel en Ferrari], es, o mejor dicho: sigue siendo, por las abundantes muestras que continúa dando él al respecto de que podría estar jugando sus últimas bazas.

Es Vettel el que ha borrado 2021 del mapa, el que en vez de asomarse al horizonte se reserva mirando atrás. Habla de un presente sin densidad, como si no creyera en lo poco que sale por su boca...

Desde luego no soy quién para recomendarle que haga esto o aquello otro, pero en su situación yo levantaría la frente y miraría con soberbia el futuro por ver si se arruga, porque lo que no parece de recibo es que se note que el arrugado eres tú.

Me han dado hasta en el cielo del paladar por insinuarlo meses atrás, pero ahora que incluso mi Felipe se atreve a ponerlo negro sobre blanco, quizás sea momento de recordar que Sebastian no está ni para que le miren con lupa ni para jugar a la ruleta rusa por ver si escapa de ésta. Es un piloto en activo, un uomo Ferrari, un tetracampeón del mundo, un tío que cobra un pastizal por liderar un proyecto; y si estos alicientes no son suficientes para motivarlo, entonces alguien debería recordarle que lleva a La Scuderia y los tifosi detrás, y que ni la una ni los otros estamos para desperciciar una nueva oportunidad, ni tan siquiera por evaluar si él es capaz de seguir o lo deja.

En Fórmula 1, siembras incertidumbre y recoges tempestades...

Os leo.

2 comentarios:

Cao Wen Toh dijo...

Me gustaría saber que coño cláusulas tiene el contrato que firmaron los de Maranello con el mierdecilla.

Anónimo dijo...

Descartemos las que ya sabemos que no tiene, al menos el último contrato que le han firmado.

-Prioridad como primer piloto.
-Potestad para elegir a su compañero.