miércoles, 18 de diciembre de 2019

Le sonno di Hinwil [Alfa Romeo]


Abandonamos la zona indolente de la parrilla, si se puede denominar así, y con Alfa Romeo comenzamos a visitar a los integrantes del grupo reducido de equipos que han luchado realmente por algo más que por mantener presencia en el campeonato. 

Los que lleváis tiempo leyéndome aquí sabéis de sobra lo que me gusta la montonera. La forman la peonada de brega del Mundial, escuderías que pelean a brazo partido a veces por meterse en la cola del reparto de puntos y otras simplemente por salvar el tipo, pero, en todo caso, en sus hazañas en pista se ve mejor que en ningún otro sitio si se avanza o se retrocede, si las soluciones adoptadas son aciertos o rotundas meteduras de pata, etcétera.

Y bueno, a lo que vamos. La de Hinwil ha firmado en 2019 una campaña correctita tirando a tristona, pero básicamente es así porque, bajo mi humilde punto de vista, se habían depositado demasiadas esperanzas en que iba en serio el aparente interés de FCA por rescatar Alfa Romeo del olvido y devolverla a las carreras, un poco como hizo Daimler con Mercedes GP en 2010, salvando las distancias, claro.

Obviamente no ha sido así. Fue morir Sergio Marchionne a finales de julio de 2018 y que quedara en nada la grandiosa idea de restañar las numerosas heridas que había provocado FIAT en las espaldas de los alfistas.

El proyecto en sí ni siquiera había echado a andar —lo del año pasado supuso una extraña joint venture más propagandística que otra cosa—, pero esta sesión Alfa Romeo parecía una aventura sólida que incluso produjo buenas vibraciones en los test de pretemporada en Montmeló, aunque el transcurso del tiempo nos ha devuelto a la cruda realidad.

Así las cosas, y por aquello de ser lo más honesto posible con vosotros, os confieso que a la hora de valorar 2019 he tratado de quitarme de encima todas las atmósferas de colorines habidas y por haber, ya que básicamente estamos ante la Sauber de siempre, concretamente ante la Sauber que todavía está sacando la cabeza después de las convulsiones sufridas en el pasado reciente: desaparición de Banco do Brasil como patrocinador principal, encarrilado de situación económica a través de Longbow Finance, entidad que obligó a Monisha Kaltenborn a abandonar su cargo y vender sus acciones para dejar las riendas deportivas del equipo en manos de Frédéric Vasseur, que rentabilizaba sus inversiones echándose en brazos de FCA...

Visto así 2019 no parece tan malo. Sauber fue última en 2017. En 2018 quedó antepenúltima, exáctamente como ahora, pero las sensaciones esta campaña han sido mejores y en palabras de Vasseur, Hinwil está operando a largo plazo...

Desconozco qué hay detrás del acuerdo de desaparición de Sauber en favor de Alfa Romeo, pero me juego el brazo con que dibujo a que no existe una mayor dotación de dinero que la previamente estimada, lo que nos pone en que seguiremos disfrutando de la suiza aunque vaya disfrazada de italiana porque, en Fórmula 1, progreso y evolución son sinónimos de dólares y da un poquito lo mismo proporcionar algunos destellos si no hay dinero para mantener la apuesta.

Os leo.

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