lunes, 2 de diciembre de 2019

¿Es la hora de Max...?


Sin duda, Max Verstappen es el piloto mejor posicionado para dar réplica, y en su caso vencer, a Lewis Hamilton, otra cosa es que los astros se alineen para que esto suceda en toda su intensidad en 2020, como ya aventuran los vendehumo.

A partir de 2021 casi me jugaba el brazo con que dibujo a que será así, pero tan pronto como la temporada que viene, sinceramente, no lo veo, y me explico:

La solidez del conductor holandés resulta incuestionable, pero sólo cuando todo acompaña, y aquí encontramos mi primera reserva porque cuando todo no acompaña, el bueno de Max sigue mostrándose demasiado tendente a perder los estribos sobre el asfalto.

Esta sesión hemos podido disfrutar de sus dos facetas. Durante las carreras iniciales, y libre de la presión que le metía Daniel Ricciardo en 2018, el Verstappen en pista nos ha resultado un tipo exigente consigo mismo, rápido, voraz y muy inteligente, pero a partir de verano, en cuanto hacía acto de aparición su padre tratando de arreglar las cosas con Red Bull a su manera, el de Hasselt volvía por sus fueros, y esto, claro está, de manera independiente a sus victorias en Spielberg, Hockenheim e Interlagos.

La dependencia de Max con el proyecto que lidera parece más que evidente, ergo, si Milton Keynes y Honda aciertan en sus respectivos planteamientos para 2020 es posible que le veamos en la pomada desde Melbourne, pero con matices, porque hay dos circuntancias ajenas al equipo austriaco, a su motorista japonés, al padre de la criatura y al propio protagonista de esta entrada, que también merecen ser tenidas en cuenta.

El estatus de la de Brackley, por ejemplo. Mercedes AMG lo ha demostrado todo pero casi podemos dar por seguro que tratará de aplastar definitivamente a Maranello mientras consigue el séptimo para Lewis Hamilton. Dicho así puede sonar incluso a un asunto menor, pero la proximidad del estreno de la normativa 2021 va a suponer suficiente interés mediático durante 2020 para la prensa especialista y el aficionado medio, como para que a de las tres puntas ni le valga la pena fingir, menos, si cabe, si el enemigo que le quitará el sueño a Toto Wolff habrá cambiado de nombre y de sede, que sé que nos entendemos.

Y bueno, también está Ferrari. Para la italiana, continuar con las moñadas de 2019 supondría un suicidio seguro y es previsible que algo cambie en el seno de La Scuderia para la campaña venidera, fundamentalmente por evitar seguir haciendo el ridículo. Charles Leclerc no ha sido problema este año por lo que todos sabemos, pero tampoco podemos olvidar que buena parte del saldo positivo que ha conseguido Verstappen en 2019 ha venido directamente del afán desmedido que ha mostrado la rossa en pegarse tiros en el pie...

Mal que pese escribirlo, Red Bull ha concluido esta temporada como tercera vedette en liza, a 87 puntos de la segunda, y si, ahora mismo, soñar con toser a los Binotto boys suena a quimera por muy alocada que ande la de Maranello, pensar que a vuelta del invierno la austriaca estará en disposición de morder las pantorrillas de Brackley, es mucho pensar.

Max es es el futuro, sería necio negarlo, pero me temo que ese horizonte hipotético empieza en 2021, no en 2020.

Os leo.

2 comentarios:

pocascanas dijo...

También metería a Albon en la ecuación, sobre todo en lo de disputar la segunda plaza de constructores a Ferrari.
Habrá que seguir la evolución del tailandés, por ahora yo diría que les asegura el sexto puesto en todas ls carreras, pero imagino que mejorar eso no será nada facil.

Saludos desde el Coño Sur

ivano dijo...

A qué me suena todo esto que comentas cuando todo está de cara ;) "new project Vettel" jaja
putos "Hacendado", y mira que Max me gusta, aún siendo excesivo y creyéndose con derecho a joder a los demás porque tiene la FIA en el culo. Qué pena de pilotazos perdemos porque los tienen entre algodones. Como en la vida, hasta que no te quemas en tus infiernos no entiendes cuando viene la luz.