domingo, 8 de diciembre de 2019

El otro dinero


A estas alturas de la película ya conocemos, más o menos, las líneas generales de lo que debería ser la Fórmula 1 a partir de 2021, lo que sigue siendo una incógnita es dónde está problema (real) para los equipos reacios a admitir que puede suponer una buena idea retroceder algo para tomar impulso.

El límite presupuestario supone un clásico en nuestra disciplina y, como tal, parece ser el principal escollo en la actualidad, aunque si damos un par de vueltas al asunto nos encontramos con que sería la mejor manera de asegurar la supervivencia de las familias que vino a salvar Lawrence Stroll cuando decidió sacar de la ruina a Force India, en una acción cuyo profundo altruismo no se ha entendido todavía en todo su calado, ni siquiera ahora, cuando el tiburón canadiense ha posado sus ojos en Aston Martin —¡lagrimitas, por favor!

También supondría la mejor garantía para que las fuerzas se repartiesen equitativamente en la parrilla y los pobres aficionados, incluso el bueno de Bittortxu, disfrutásemos realmente de un espectáculo que mereciera ese nombre, no la consabida procesión de dólares sobre el circuito, a la que, desgraciadamente, nos hemos acostumbrado tanto que ni osamos ponerle un miserable pero.

Queda por ahí el pespunte aerodinámico que afecta a la propuesta de fondo plano, mayormente. Un hueso duro de roer porque ha sido el gran juguete todos estos años. Pero esto nos lleva al otro dinero que da título a esta entrada, concretamente al que se ha gastado en modernizar unas instalaciones que como prosperen las ideas de Liberty Media, se va a quedar en agua de borrajas al menos en un 1/3 menos de rendimiento inversión/recuperación, si no es algo más.


Si os soy sincero, veo el aro por donde deben pasar las fieras demasiado estrecho y poco atractivo para Mercedes AMG, Ferrari y Red Bull. Estas tres viven de mostrar herramienta y eso es precisamente lo que pretende cambiar la FOM: que dejen de alarmar a la gente y demuestren en pista que son las mejores sin usar subterfugios.

Obviamente no tengo ni puñetera idea de lo que sucederá a partir de 2021, pero sí tengo meridianamente claro que a un ricachón le impides mostrar el Rolex, la rubia o el rubio acompañantes y el superdeportivo de moda, y lo has matado.

Desde la humildad que me caracteriza —reíros, coñe; ¡es para reírse!—, diría que la economía de recursos y la contención de gasto siempre han casado mal con el capitalismo. Así que vamos apañados con un modelo que busca el equilibrio, en el que están instalados tres o cuatro equipos que lo que pretenden es gastar a espuertas y que se note. ¡Coño!, ¡que cuando uno tiene pasta es para que los demás pasen envidia!, que sé que nos entendemos.

Os leo.

1 comentario:

Lastra dijo...

Por ahí he oído que todo el rollo de ir a por las "trampitas" de la Rossa vendría de la negativa de esta a usar su derecho a veto con el nuevo reglamento, lo que habría puesto de los nervios a Mercedes y a Red Bull, no me pregunten por qué...

Luego está el asunto ese del efecto suelo, que supongo que será haciéndole una acanaladura al fondo plano, porque lo de las faldillas supongo que ni se les ocurrirá. Pero bueno, a lo que iba, ese tema sea como sea, no creo que presente demasiadas dificultades a los jerarcas de la aero en los equipos; vamos, que se me antoja que va a ser mucho más fácil de gestionar que no las alambicadas técnicas de conducción del fluido y elasticidad de materiales bajo presión que tan bien domina Newey, así que en un entorno donde esa variable esté muy limitada y controlada - al menos en principio - por la Fia, todo debería ser una competición de UP's y de pilotos. Puedo entender que eso no le mole a los de la bebida energética, habida cuenta de donde encuentran sus habichuelas, pero no me cuadra que le moleste tanto a Mercedes con esa peasho UP que se gasta y el rendimiento que le saca, merced también a un software de gestión que está por delante del de sus rivales.

Bueno, todo esto son cosas que piensa uno y que a lo mejor todo parecido con la realidad será mera coincidencia.

Saludos.