martes, 17 de diciembre de 2019

Volutas de humo


El mundo es poquito mejor desde que J. J. Abrams ha destrozado un montón de corazones al advertir que «no podemos olvidar que Star Wars es para niños...», y no por lo que supone de ofensa o cabronada para muchos fans de la saga, ¡faltaría más!, sino porque de vez en cuando viene bien que alguien nos recuerde que, en realidad, los Reyes Magos son los padres.

La política también es para niños, y la economía y las ideologías, y todas esas cosas que nos venden los serios como rigurosas y graves, claro... 

Nuestra amada Fórmula 1 también lo es, por supuesto. Ahí tenemos a Lewis, un ejemplo. El zagal se nos va de vacaciones con los deberes hechos y el sexto bajo el brazo, y los entendidos nos tratan como críos con chupete haciéndonos creer que la gestita del británico en 2019 no tiene parangón en la historia moderna de nuestra competición.

Lógicamente hay razones de fondo que son hábilmente utilizadas por todo aquel que trata de hacer ver que lo blanco es negro porque ellos nunca comulgan con ruedas de molino y eso. Ahora bien, si se dice que en la actualidad la Fórmula 1 es el mejor escaparate del mundo, honesto parece que nos refiramos a lo que contiene en términos de producto. Y aquí sí, aquí me pliego a que Hamilton es un superventas aunque ni el packaging ni el etiquetado le hagan justicia.

¿En serio hace falta tanto lazo...?

Os leo.

2 comentarios:

pocascanas dijo...

Si no hay épica, vendamos mística.

Saludos desde el Coño Sur

;)

ivano dijo...

Nos han negado una decada de épica con niñatos malcriados. Yo sólo imaginar a Fer en un coche competitivo y Lewis con sus carencias y virtudes en una máquina aunque fuera "algo" superior, que no como los años que llevamos y sumémosle la época del mierda en las latas energéticas, y todo al garete. Puto (con permiso Jose del taco) CAPITAL.