domingo, 20 de octubre de 2019

2007, el peliculón


La idiotez humana muestra una innegable capacidad para ejercer de elefante en cacharrería a la menor oportunidad. 2007, por ejemplo...

Todo el mundo sabe que en 2007 venció Kimi Raikkonen trayendo a Maranello el último título de Pilotos para la italiana y que aquello supuso, también, que el finlandés y su compañero Felipe Massa consiguieran la penúltima corona de Constructores para La Scuderia. Pero, a la vez, mucha gente, seguramente demasiada, prefiere olvidar todo esto para centrarse en la epopeya miserable de un tío al que la FIA puso un clavel en el culo nada más aparecer en la parrilla, que, por arte de birlibirloque, pretende parecerse a un tal Ayrton Senna, quien, supuestamente, fue torpedeado constantemente por la Federación y como tal ha pasado a los anales de lo nuestro.

Da un poco igual que Ron Dennis nos desvelara en 2015 que el fuego lo inició un inmaduro Hamilton, que Marc Priestley nos cuente en su libro The Mechanic que las cosas no andaban bien en el seno de la de Woking desde el arranque de la temporada, ni mucho menos, que sepamos por sus protagonistas que la familia de Alonso prefirió ver el Gran Premio de Australia desde el garaje de Renault porque los aires en McLaren eran un poco sofocantes. Todo da igual porque los bobos de la Tierra vieron otra película y ésa es la que cuenta.

Lewis luchaba solo. Se impuso por calidad y arrasó con Fernando Alonso, dio tres revolcones al asturiano y le venció sin que quepa preguntarse por qué ambos suman la misma cantidad de puntos ese año. 109, empatados, que dice la Real Academia de la Lengua Española que eso supone que «Dicho de dos o más jugadores o equipos, significa obtener igual puntuación en un enfrentamiento o una competición.» Luego sí, para deshacer el empate la FIA recurre a las posiciones obtenidas en carrera y sí, el británico suma una victoria más, lo que hace que sus 109 puntos le den el subcampeonato mientras que los 109 del de Oviedo sólo le permiten ser tercero.

Honestamente, no veo la arrasada por ningún lado, ni siquiera como banda sonora. Sí veo, en cambio, la idiotez humana negando la realidad cegada por el apasionamiento desmedido, entrando como elefante en cacharrería donde no cabe ni un ratón, con tal de justificar una vez más, por qué Lewis Hamilton jamás se parecerá a Ayrton Senna por mucho que lo pretenda o mire al cielo cada vez que se baja del habitáculo.

Os leo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Y eso solo era la punta del iceberg. De la verdad apenas se sabrá nada más y solo quienes quieran saber.
Ahora menos interesa recordarlo cuando el inglés está en la posición en que estaba el Káiser hace años, ganando sin esfuerzo con una superioridad aplastante de medios.
Aunque en el caso del inglés, con menos apuros aún. Incluso Vettel tuvo sus apuros para ganar al menos dos de sus cuatro mundiales, gracias casi exclusivamente al mismo que empató con el inglés en 2007 a pesar de todas las tramas contra su persona. Porque en aquellos años de dominio del entonces joven alemán, el inglés apenas aspiraba algo mas que a engordar su colección de victorias y podios, gracias a sus continuos errores que le privaron de optar a esos mundiales que por coche tenía a su alcance.
Incluso era superior el mclaren de entonces a cualquiera de los Ferrari que pilotó el ovetense.
No es extraño que a veces se sienta culpable Hamilton y tenga alguna palabra para con Alonso. Con el único compañero que no se dejó ganar, o no se vio derrotado por sus tejemanejes fuera de la pista...

Elín Fernández dijo...

Grande, José. Y grande la opinión de Anónimo (quien obviamente no es el Anónimo anómalo aquel, jejeje).

Lastra dijo...

Juás, juás, como te tira darle en el morro a la merma anti, Maestro.

No recuerdo eso de que el tito Ron dijera que Ham abrió el fuego en 2007, pero es que tampoco hacía falta, quienes vimos las carreras aquel año ya nos dimos cuenta sin que nos lo confirmara Dennis.

En cuanto a comparaciones, todas son odiosas. Conste que uno con el tiempo, en lugar de mitificar más al paulista, ha devenido en pensar que quizá diosinho esté un tanto sobrevalorado, por aquello de dejarnos un cadáver joven y bonito, más que nada.

No quitaría yo méritos a Lewis por la superioridad de Mercedes, porque en estos últimos dos años no ha sido tan avasalladora, particularmente el año pasado, el que tras la novena cita en Gran Bretaña (4ª victoria de Vettel) el alemán aventajaba al brit 171 a 163 puntos. Eso fue inmediatamente antes de la monumental cagada en Hockenheim, donde Lewis ganaría una carrera que se le había puesto muy cuesta arriba en la qualy; al hacerlo empataría a 4 victorias y con la siguiente de Hungría se pondría 5 a 4 en victorias. A la vuelta del parón veraniego Seb ganó en Spa y empató a 5 victorias, después de eso vendría una racha de 4 victorias consecutivas de Lewis, que coincidirían con cagadas de Seb en Monza -carrera-, Singapur -práticas libres- y Suzuka -carrera nuevamente-, que le hicieron campeonar en el Hnos. Rodríguez de forma matemática.

O sea, que aunque en la segunda parte de la temporada le pasó por encima, hasta Monza la cosa estuvo bastante equilibrada. Por lo demás no deja de parecerme que el único rival que, aun con alguna ayuda, estuvo a la altura de Alonso ha sido él, lo que a su vez ha reconocido Fernando.

Saludos.

Antonio L. dijo...

Los campeonatos del mundo de F1 se deberían valorar en función del enemigo al que has tenido que batir y de las armas de las que has dispuesto para conseguirlo.

Como lo que vale para la historia son el número de campeonatos sin tener en cuenta como los has conseguido, tanto Hamilton como Vettel están entre los más agraciados.

Otra cosa es lo que sienten estos mismos campeones en su interior respecto a los campeonatos que han ganado. Supongo que Vettel no estará o no debería estar muy contento ya que con una máquina dominadora y con ayudas puntuales en el último gran premio de dos de sus campeonatos, venció al que todos saben que era mejor que él.

Respecto a Hamilton no ha tenido competencia, excepto cuando Rosberg le ganó en cuanto le dejaron competir, por tanto tampoco debería estar muy contento respecto a sus cinco, próximamente seis campeonatos del mundo.

El tiempo ha pasado y ya sea por malas decisiones o mala suerte, uno que para mí siempre estará entre los más grandes no ha podido agrandar su palmarés. Y por injusto que sea, los números mandan y con el tiempo eso es lo que valorarán los ñues.

Un saludo de un Alonsista.

Cuper dijo...

Jajajajaja... la manía de los boca e chancla! Así como su Dios caído no se hayan en el mundo. Más boca que talento. Cada pole, cada victoria cada mundial es una embestida al horto de los alonseros, que no saben a quien querer menos : día véttel o a hamiton x aquel lejano 2007 en que un niño le dio lecciones a un doble campeón

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

A ver, Cuper, cuando se te disipe el efecto de eso que has tomado vuelves a pasarte por aquí. Saluda a Hampeón de mi parte ;)

Jose

Anónimo dijo...

Un doble campeón que le está dando lecciones a toda una industria. A Vettel ya se lo pulió. Y ahora va a por el Tommy Hilfiger, próxima parada.