sábado, 11 de abril de 2020

Un águila azul


La de AAR (All American Racers) es una de esas historias del automovilismo deportivo que darían para setenta u ochenta entradas diferentes sin que ninguna de ellas perdiera ni tanto así de interés, de forma que permitidme que os remita a que buceéis en ella para descubrir que el concepto all american no fue acuñado por Ford a la hora de enfrentarse a Ferrari a partir de 1966, o, al menos, no pertenece a la de Detroit en exclusiva.

Dicho esto, en California, Dan Gurney y Carroll Shelby (sí, él), dieron forma en 1964 a un proyecto incentivado y apoyado por el fabricante de gomas norteamericano GoodYear, que originó un par de años después la división AAR (Anglo American Racers) con base en Rye, Inglaterra, de la que saldrá el coche del que vamos a hablar hoy: el Eagle Mk1 de Fórmula 1.

El Mk1, también conocido como T1G, o mejor dicho: mundialmente conocido como Eagle T1G, es un diseño de monoplaza para la F1 creado por Len Terry tras su desligue de Lotus, que echó a andar con motores Coventry Climax mientras Weslake afinaba su Tipo 58, un V12 de 3.0 litros de capacidad, que fue bautizado inicialmente T1F hasta el Gran Premio de Italia de ese año, momento en que se estrena nuestro protagonista.

A partir de ese instante, el Eagle T1G Weslake participará en el Mundial hasta finales de la temporada 1968, dándose la curiosa circunstancia de que en la temporada siguiente, Eagle también figura como integrante de la parrilla en el Gran Premio de Canadá, aunque con un T1F calzado con ruedas Firestone y Al Pease al volante [Pease, el piloto que no era tan lento].


Y bien, el modelo a escala que comparto hoy pertenece al catálogo del fabricante Spark, que rememora el auto conducido por Bruce McLaren durante el Gran Premio de Francia (ACF, Automobile Club de France), con el que el neozelandés no logró pasar del giro 26 debido a un problema en el sistema de ignición —Gurney no tuvo mejor suerte y abandonaba en la vuelta 40 por fallo en la alimentación de combustible.

La mayoría de expertos coinciden en que el vehículo diseñado por Terry para AAR (Anglo American Racers) es uno de los más bellos que jamás han pisado una pista, y sí, coincido con ellos...

En casa como en ningún sitio. Os leo.

No hay comentarios: