jueves, 23 de abril de 2020

Los pecados de Flavio


Flavio mantiene intacta la facultad de poner contra las cuerdas a los hipócritas y falsos. Lo suyo es un don, un carisma que adorna su figura que he alabado siempre. Donde hay un gilipollas incapaz de olvidar la farsa del juicio FIA sobre Singapur 2008, siempre hay un chiquillo al que no quisieron lo suficiente cuando pequeño, que ha olvidado con el transcurso de los años que por mucho que nuestros curas nos la refanflinfen, el catolicismo gana de calle al calvinismo y el anglicanismo porque es infinitamente más generoso.

Briatore dobló la rodilla ante el Mosley al que le gustaban las ceremonias sadomaso con ribetes nazis, pero ganó en la Justicia civil [Briatore gana la batalla a la FIA], y es el individuo que desde 2013 podía volver al paddock cuando le diera la real gana [Briatore podrá volver a la Fórmula 1 en 2013]. No ha querido y hay que enfatizarlo, pero ahora, por la razón que sea, le hace tilín volver a coger las riendas de un equipo.

A pesar de la estulticia reinante, él fue quien descubrió a Michael Schumacher y Fernando Alonso, y que el italiano abra la puerta a poder volver a pisar muro no supone otra cosa que una gran noticia, porque entre mafiosos del centro europa, isleños y norteños, a lo mejor nos hace falta entender cómo comprende el deporte un tramposillo mediterráneo, que no es por nada, pero visto lo visto la que le cayó encima en 2009, a lo peor tiene grandes lecciones que darnos.

Se le odia, lo rechazamos, lo rechazan los chorras, pero habría que preguntarse si el de Verzuolo vale tanto o si su calibre actual lo han fomentado sólo los que no quieren verlo ni en pintura.

A pesar de sus innumerables pecados, soy de los que saludarían su retorno. En la guerra confía en el mayor hijo de puta, dicen, y en Fórmula 1, nadie como Flavio para demostrarnos hasta dónde podemos llegar.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si robas una gallina, vas preso. Pero si eres la FIA y la FOM, puedes hacer lo que te salga de los huevos. Quedarte con el gallinero completo.

Hemos visto a Whiting legitimar el ala flexible de RedBull en 2013, y al mismo tiempo prohibírsela en 2014.

Estos roban de a campeonatos completos.