sábado, 11 de abril de 2020

Y parió la abuela


En 2021 hay elecciones a la presidencia de la FIA y quizás eso lo explique todo, ya que si existe alguien habilidoso para el politiqueo es Jean Todt.

Todos tuvimos acceso a la resolución de la Federación sobre el caso Ferrari del 28 de febrero pasado [FIA concludes analysis of Scuderia Ferrari Formula 1 Power Unit] y a las matizaciones que creyó conveniente hacer la institución el día 5 de marzo [FIA Statement following communication from seven Formula 1 Teams], de forma que no me había vuelto loco al considerar fuente fiable a la FIA cuando explicaba: «The FIA was not fully satisfied but decided that further action would not necessarily result in a conclusive case due to the complexity of the matter and the material impossibility to provide the unequivocal evidence of a breach.»

Pasamos al español que nos vamos a entender mejor, los salvapatrias de Place de la Concorde efectivamente admitían que no estaban completamente satisfechos pero decidieron que una investigación adicional no necesariamente acabaría en una decisión concluyente, debido a la complejidad del asunto y a la imposibilidad material de proporcionar evidencia inequívoca de una violación, del Reglamento, se entiende. Y bien, ingenuo de mí consideré que la FIA era la fuente más solvente en tanto en cuanto a sus propios asuntos, y dejé de tener en cuenta a quienes no habían asimilado que no existía evidencia de ilegalidad y por ello se había llegado a un acuerdo.

Pues bien, Monsieur le President se ha orinado en el bendito pacto secreto y nos acaba de contar otra historia, según la cual siguen sin existir evidencias claras pero ha habido una sanción que nadie ha mencionado hasta estos instantes. Pero, claro, él tiene las manos atadas por Ferrari y aunque le gustaría sacar la lengua a pasear, no lo hace por el bien del deporte mientras anima a los equipos a que sigan con el pollo (sin Mercedes AMG), aunque arruga la nariz ante la posibilidad de terminar llevando el asunto ante el Consejo Mundial ya que no beneficiaría a nadie, sobre todo si gana La Scuderia...

Sintetizando, que es gerundio: en este bendito deporte no eres nadie si no cuentas con la todopoderosa prensa británica, ni en pista ni en las alturas, de forma que Todt, que no se presenta a la reelección, podría haber comenzado a arrimarse al sol que más calienta mientras mueve ficha con intenciones de a futuro, que dicen, pero ciscándose en el respetito que nos debe a todos.

A ver, si existió sanción los aficionados deberíamos haberlo sabido, con más razón si cabe si no había evidencias para sancionar, como se reitera constantemente. 

Lo que no parece muy de recibo es que este señor se ría a nuestra puñetera cara. Si el acuerdo era secreto debería haberse respetado porque la solución fue consensuada y el Reglamento prevé este tipo de actuaciones, es decir, Ferrari se ha acogido a una norma establecida por la propia FIA: «The confidentiality of the terms of the settlement agreement is provided for by Article 4 (VI) of the JDR...»

Luego nos quejamos de la poca seriedad que destila la Federación, pero es colocar sus presidentes en fila y que se te pongan los pelos de punta: Balestre, Mosley y ahora Todt, gente de poco fiar que vendería a su madre por el bien de todos, of course!, y porque la cultura de la institución, como advirtió el bueno de Ari Vatanen, no hay Dios que la cambie.

Sed buenos y seguid en casa. Os leo.

2 comentarios:

Elín Fernández dijo...

Todt es tan corrupto como Trump y su círculo, tan corrupto como el lobby israelí, empresarial y armamentista de Gringolandia.
Jodida la corrupción, eh!, y nosotros jodidos por todos lados.

Anónimo dijo...

Me gustaría conocer el criterio por el que has organizado los grupos lobistas, en importancia.

Te has olvidado el Arabia Saudí (investiga cuántos bonos del tesoro americano poseen)...

La culpa no es de las corporaciones. Sino de los estados que no controlan. Los que a su vez son votados por los ciudadanos.

Cuanto más ilustrado el sufragio, menor incidencia de la corrupción esa que mencionas.