Vaya por delante que entre Antonio Lobato y Josep Lluis Merlos soy más de irme a tomar algo con el catalán que con el asturiano, y lo más cojonudo de todo es que él lo sabe. De los dos, jamás he pensado entrevistar al primero pero me busqué las habichuelas para meter al segundo en Nürbu [#VKt-04 (Josep Lluís Merlos)], aunque, siendo honesto, también tengo que admitir que es el periodismo de uno u otro el que los distancia, y lo que me atrae de Josep Lluis porque no tiene punto de comparación con Antonio.
Tampoco os voy a ocultar que en mis años mozos fui de señalar aquí mismo lobatadas y merladas, procurando hacerlo siempre desde el cariño, pero uno crece, o debería crecer, mejor dicho, y hay situaciones que se ve obligado a dejar atrás si pretende hacerse un machote. Me ocurrió con Manu Franco y, aunque me ocasionó algunos desencuentros con Jordi en SafetyCast, cuando lo de Gol, también me pasó con Josep Lluis. Hay alguien de carne y hueso detrás del personaje y sus errores y aciertos, y puesto que lo has sufrido en propias carnes —¡anda que no me han caído hostias en El Infierno Verde o en Diariomotor!—, aceptas que la vida es compleja y que lo mejor es recular de tus posiciones iniciales con tal de poder estrechar una mano y poder decir ¡hola! mirando a los ojos.
No hablo de Antonio ni me meto con él en el blog porque no le veo ni escucho, algunas veces le he defendido ya que me llegan las luces para comprender que lo que cansa al personal no es el periodista de Oviedo sino el formato monopolista de Movistar+.
¿Cómo hemos lledado aquí? Bueno, los viejos del lugar saben de sobra qué opino. Se buscaba un puntito elitista y se alabó el formato de pasar por caja frente al democrático que lo veamos todos. Vino Paco con la rebaja e hizo encerrona a Merlos, Villadelprat y resto de colegas, reduciendo presupuestos y metiendo a la peña en un estudio, y lo que vino después pertenece a la secuencia del ¡es el mercado, amigo!, que decía Rodrigo Rato. Supuestamente —¡ojo al dato, que hay que cogerlo con pinzas!—, con Antonio y su equipo hay más audiencia que con Merlos y el suyo. Pero como el vulgo es cañero y va espoleado de entrañas, pretende una reversión de la situación cambiando uno por otro, cuando el problema, de raíz, es que esto de ver las retransmisiones por un único canal supone una puta mierda pinchada en un palo.
La variedad permite elegir a quien más gusta, pero cercenada la premisa del libre mercado, no queda otra que joderse y aguantarse con lo que toca salvo que uno se anime a encontrar alternativas para salir del paso, que las hay.
Eso sí, si inviertes el Gran Premio detectando las innumerables cagadas que comete Lobato o tildando en negativo las contribuciones de Pedro, Toni o Roldán, no estás viendo Fórmula 1 sino consumiendo un producto que no te merece la pena. Déjalo, o si prefieres: deja de hacer el chorra porque no hay quien te aguante luego en redes sociales: Merlos no va a volver, y Lobato no lo va a hacer mejor que Pedrerol, es lo que tienen los monopolios.
Os leo.
Eso sí, si inviertes el Gran Premio detectando las innumerables cagadas que comete Lobato o tildando en negativo las contribuciones de Pedro, Toni o Roldán, no estás viendo Fórmula 1 sino consumiendo un producto que no te merece la pena. Déjalo, o si prefieres: deja de hacer el chorra porque no hay quien te aguante luego en redes sociales: Merlos no va a volver, y Lobato no lo va a hacer mejor que Pedrerol, es lo que tienen los monopolios.
Os leo.
9 comentarios:
Hoy voy a ir un rato (si me lo permites, Jose) en dirección contraria por la autopista. Soy periodista de origen (afortunadamente luego salí de ese mundo) y conozco a Antonio de sus años en las trincheras en informativos, cuando no era un periodista de renombre y la peña se descojonaba de él porque se trastabillaba hablando y pegaba cada patada al diccionario de narices. Además, compartimos pueblo de residencia algunos años, aunque también me mudé de allí. Y tenemos amigos en común (Manu Franco o Carlos Miquel, sin ir más lejos).
A Lobato le defiendo porque hace lo que tiene que hacer. MovistarF1 no es un canal de televisión para ingenieros ni para historiadores de F1. Es un canal comercial donde lo que prima es que te vean. Y Lobato tiene que enganchar a la audiencia. No hay más. No la vas a enganchar con comentarios técnicos, sino con "Woooow, accidente de Kviat" o "Carlos le está recortando tres décimas a Leclerc" cuando estás viendo que anda perdiendo tiempo en cada sector. Pero es lo que vende.
Y sí, posiblemente se vea mucho más el canal ahora que con Merlos. Su filiación política no gustaba a mucha gente (¿alguien sabe la filiación de Lobato? Si te pronuncias, ya caes mal a la mitad de la audiencia, la parte de las dos Españas que piensa distinto a ti. Jamás debes hacerlo). Y además, Drive to Survive en Netflix ha atraído a una marabunta de chavales que se han enganchado porque conocen a los protagonistas. Y eso a la Gen X le mola.
Ayer, precisamente ayer, estaba hablando con uno de ellos, francés, que se ha aficionado a la F1 con toda su grupo de amigos por la serie de Netflix. Nunca antes había visto una carrera. No sabe ni quién es Gilles Villeneuve. Pero ahora ven F1. Y les da igual Lobato que Gatuno. Quieren un locutor que les enganche, en todo caso, y les cuente por encima de qué va esto.
Hala, abro capote y me pongo a portagayola a intentar parar los derrotes pertinentes del morlaco.
¿Te imaginas a Prederol retransmitiendo golf, o una partida de ajedrez? Pues es lo que ha hecho Lobato con la Fórmula 1: hooliganizarla. "¡Árbitro, cabrón!"
Gran comentario! ����
No vas en dirección contraria, vas en la misma dirección.
Si hubiera más oferta, la gente elegiría, pero como no la hay,M+ intenta llegar a la máxima audiencia posible y Lobato saca mejores audiencias que Merlos.
En cuanto a la filiación política, coincido con tu apreciación, pero ellos sabrán lo que hacen y el porqué, aunque mi opinión es que se hizo en su día por simple supervivencia económica y ya no hay vuelta atrás.
Saludos
A mi me gusta Antonio Lobato y como es alonsista al igual que el que escribe, pues mejor que mejor. Y si ha alguien no le gusta como retransmite la F1, en su derecho está de buscar otras alternativas si puede. A mi un narrador que defiende a los españoles me parece muy bien, pero he aquí el problema para mucha gente. A este país no hay manera de cambiarlo y somos nuestros peores enemigos.
Un saludo de un Alonsista.
Lobato es lo que es, para eso están Toni y Pedro (me gusta ver que se llevan de pm).
Merlos, con permiso, era insufrible, pero mucho.
Saludos.
Me ha parecido muy acertado el primer comentario. Esto es lo que hay.
Personalmente, no me gusta el hooliganismo de Lobato ni los prejuicios, (Verstappen, Hamilton e incluso Vettel son siempre buenos y Bottas, Albon, Rosberg... son siempre malos).
No sé si alguien recuerda el GP de España 2016, retransmitido en abierto por RTVE, Desde los tiempos de Pepe Díez casi, fue la primera vez que pude ver y escuchar el GP con grandísimo placer, comentarios ajustados a la carrera, expertise sin egos de Palou y Merhi etc. Para mí un ejemplo de como se puede retransmitir con seriedad, rigor y conocimientos al mismo tiempo que tranquilidad y sentido del humor, fuera de hooliganismos futboleros de mierda que hasta hace un tiempo eran ajenos a la F1.
La cuestión clave es la falta de variedad, no que a uno le guste más Merlos o menos Lobato. Y la cuestión es que hace años, cuando Fernando ganaba en Renault, había variedad (al menos para los que entonces vivíamos en Cataluña) y podías elegir entre la retransmisión de Merlos o la de mi paisano Antonio.
La antipatía por Merlos viene, creo, de aquella entrevista a Vettel en la que Josep Lluis dijo aquello de que no era un periodista español sino de un pequeño país y el otro le respondió con sorna que lo de Cataluña era como lo de Baviera.
Al respecto solo tengo que decir que la gente tiene que comer y él trabajaba para Tv3 de nuevo después de que tras la temporada 2003 hubieran dejado de contar con él. Casualmente, en 2003 ocurrió la primera victoria de Alonso en Hungría y Merlos embargado por la emoción dijo "un hito histórico para el automovilismo español" (lo dijo en catalán, claro); minutos después entraba en antena el "comisario" Francesc Rosés y Merlos, muy nervioso, repetía casi la misma frase pero cambiando "español" por "estatal". Al año siguiente ya no retransmitía los GG.PP. en Tv3, le contrató Luis del Olmo para Onda Cero y estuvo unos cuantos años de travesía hasta que pudo volver a retransmitir GG.PP por TV.
Saludos.
Que post tan oportuno! Veo que no me he equivocado, supervivencia económica!
Después entran los gustos personales, Merlos me aburre más que una telenovela sudamericana.
Saludos
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