sábado, 10 de junio de 2023

LeBron no está solo #25TLM23 [02]


El Automobile Club de L'Ouest se ha destacado siempre por una calculada labor diplomática que ha llevado su nombre y el de su proyecto estrella, las 24 Horas de Le Mans, mucho más lejos de lo que nadie imaginó jamás.

El atractivo de la categoría Hypercar para las grandes marcas y el estreno en La Sarthe de los Cadillac LMDh, que rubrica la buena sintonía con la serie IMSA, han coincidido en el tiempo con la participación de Un americano en París convenientemente adaptado al gigantesco esfuerzo que se le viene encima [Nos visita la NASCAR (#BlueTrain/117)] y la presencia de LeBron James chapurreando el francés y ondeando la tricolor para dar la salida; y no, no hay mucho margen para la casualidad en tanta coincidencia...

Los creadores del término chovinismo son un gran pueblo y lo suficientemente suyos como para medir cada paso que dan. 

No son como los alemanes o rusos, de los que se dice que no van al baño si no tienen un plan, ni como se pinta a los británicos cuando suele dar la sensación de que aún no han despejado de sus venas aquella corriente que los llevó a ser considerados los mejores ladrones del mar. 

El francés promedio se tiene en muy alta estima, al menos tanto como su envidiable concepto de ciudadanía, y no, repito por si no se me ha pillado: la presencia del alero de Los Angeles Lakers moviendo la bandera francesa sólo significa otro guiño más al público norteamericano y sus iconos nacionales, tal vez porque Le Mans debe continuar, desconozco si otros cien años, que a lo mejor ahí le andamos, y siempre es mejor pensar en ello ahora que dejarlo para mañana.

Os leo.

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