jueves, 15 de junio de 2023

Saint Gilles


Seguir la Fórmula 1 se ha convertido en actividad de riesgo. En nada nos ponemos en el Gilles Villeneuve de Montreal y toca ensalzar y alabar (por enésima vez) los santos cojonazos de Domenicali y su troupe, a la hora de brindarnos una nueva oportunidad para considerar qué coño hacemos siguiendo una actividad que, cada día que pasa, nos muestra que en el sótano de nuestro fracaso siempre hay una planta más.

Ver cómo lucha el #14 no parece mal plan, pero convendremos en que este deporte no debería consistir sólo en eso, ni en tolerar que mingafrías como Wolff y su piloto número 1 nos hayan metido en el tren de la bruja sin comerlo ni beberlo. Ya hablan de que para 2026 se arregla, y aguantaremos el trallazo y lo que haga falta, pero que conste en acta que esto no era lo que nos prometieron en 2018.

Os leo.

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