miércoles, 16 de septiembre de 2020

Aquellas 6 décimas


Si algo ha demostrado Hamilton a lo largo de su carrera es que resulta grandioso en pista... siempre y cuando su coche lo haya afinado alguien que sepa hacerlo.

No se trata de empañar su figura porque todo esto de que el británico es un piloto completo lo han inventado los mismos que necesitan sustantivar la parte legendaria del héroe, construirle ad hoc una mitología, vaya, muy al estilo de la inercia revisionista sobre su propia vida que lleva mostrando de unos años a esta parte el hexacampeón, que le costó un disgusto con los vecinos de Stevenage a finales de 2018 al referirse a la población inglesa como «suburbio», y que le llevó a afirmar que es «el primer campeón de la clase obrera»...

En realidad, saber preparar monoplazas ya no resulta vital para conducirlos. La genialidad al volante no depende de esas cosas, ayuda, desde luego, pero no es esencial en la actualidad porque los equipos abundan en rodear a sus pilotos de todas las comodidades posibles, y dotarles de la mejor herramienta es una de ellas.

Hace nada mencionaba lo que para mí es un hecho esencial: sin Iceman el SF100 es un monoplaza sin Kimi [¿Es inquitante o no es inquietante?]. Afecta a Vettel, claro, pero volviendo al caso que nos ocupa, hay que recordar que Toto se ha cuidado muy mucho de pillar segundos pilotos para Lewis con un marcado carácter entendidillo, empezando por Nico Rosberg y siguiendo por Valtteri Bottas, mientras que el astro británico ha encontrado tiempo para amenazar por radio a su ingeniero de pista con que tocaba todos los botones en Bakú 2016, o para dedicarse a su moda, sus fotos inspiradoras y sus luchas por el bien de la Humanidad.

Sea como fuere, Fravio Briatore se refería hace meses al inglés en estos términos: «Porque si Ron Dennis hubiera sabido eso, no se habría gastado la cantidad de dinero que le pagó a Fernando. Si sé que en mi casa tengo un piloto tan rápido, ¿por qué voy a necesitar a otro? Y fue una gran batalla...» [Briatore alertó a Alonso sobre irse a McLaren en 2007], e inmediatamente cogieron el rábano por las hojas los que andan impartiendo ego en redes sociales a todas horas. Lo admitía Briatore, ¡oh!

Os confieso que yo hago caso a Flavio sólo cuando me convence, por simple profilaxis, no más, y aquí entiendo que Dennis se pilló al Nano, entre otras muchas cosas, para afinar el rumbo del MP4/22 desde su arranque, ya que en 2007 sólo estaba Bridgestone como proveedora de gomas y McLaren venía de utilizar Michelin. El salto se prometía importante y Ron nunca ha sido tonto, de forma que contrató a Alonso a finales de 2005 —¡ojo con este dato!—, por las cualidades del asturiano pero también en previsión del cambio de escenario que se proponía en el horizonte —¡ojo a este otro dato!: Michelin decide abandonar la Fórmula 1 después de los sucesos de Indianápolis 2005, y hace pública su decisión en diciembre de ese mismo año [Michelin anuncia su retirada de la Fórmula Uno a finales de 2006].

No me enredo. Marc Priestley en su libro The mechanic: The secret world of the F1 pitlane —a ver si lo termino de una jodida vez y lo reseño—, deja entrever que, en 2007, Alonso estaba quizás muy subidito después de sus contribuciones a la mejora de MP4/22 y, bueno, ha pasado el tiempo y al asturiano le han llovido infinidad de perlas en este sentido por parte de Wayne Taylor, Michael Andretti, Glyn Hall, Gil de Ferran, Rob Leupen o el supuestamente zarandeado Pascal Vasselon, amén de Pedro de la Rosa, Zak Brown o propiamente Ron Dennis tras el retorno del español a la estructura de Woking en 2015, como para que sigamos desmereciendo en 2020 aquellas míticas 6 décimas que dijo el de Oviedo que había aportado al McLaren de 2007.

Tal vez no fueron tantas y se tasaron en cinco, cuatro, o siete, pero entre eso, el propio coche bien afinado y las telemetrías que acabó admitiendo Hamilton que había copiado al bicampeón cuando, a su vez, acusó en 2014 a Rosberg de copiárselas a él, a lo peor nuestro héroe no habría sido tan rápido ni se habría comido un colín en su temporada de estreno.

Os leo.

4 comentarios:

Lastra dijo...

Joer, Josete, como te gusta pisarles el callo a los jeiters :))

Pero por adelantarme un poco a alguno de ellos, qué papel real en la evolución de ese MP4/22 durante la temporada te parece que tuvo el Spygate?

Saludos.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas, Lastra...

Como quedó evidenciado en el juicio ante el Consejo Mundial, las consecuencias del Spygate iban destinadas al MP4/23 de 2008 porque el MP4/22 ya estaba diseñado antes ;)

Abrazote

Jose

Antonio L. dijo...

El año 2007 me duele en el alma, reconozco que Fernando llegó con el ego por las nubes a Mclaren y eso no ayudó precisamente a entablar una relación sana desde el principio.

Ron Dennis le puso la cruz a Fernando muy pronto porque no aceptaba que un jovenzuelo bicampeón del mundo le diera lecciones de como poner a punto un formula uno y si se este se apellida llama Mclaren, ni te cuento........

Pronto vieron el gran potencial del ahora mesias de la F1 y como aún nos tienen tirria por lo de la armada invencible, pues a joder que es gerundio.
Todos los huevos en la misma cesta, y para perpetrar su infamia, aprovechan lo de Hungría y el posterior y desafortunado cabreo de Fernando (me refiero a la supuesta amenaza que mi querido Asturiano le hizo a la escudería Mclaren, donde pesaba desvelar a la FIA los email malditos) para su venzanza perfecta.

San enganchao y toco los botones por que sí, fueron el bálsamo que tuvimos todos los puteados ese año. Triste recompensa que según lo pienso ahora fué una victoria pírrica, ya que a nuestro campeón le pusieron la cruz todo el Padoc.

Vuelta a casa (Renault) y a esperar mejores momentos. El tren pasó de largo en varias ocasiones, primero con la oferta de Red Bull en la época de los escapes sopladores y luego el no haberse quedado en Ferrari en esta época dictatorial de Mercedes donde quizás prodría haber luchado por el título algún año con un poquito de suerte.

El próximo año Alpine-Renault y quién sabe si apartir de aquí la gloria que tanto se merece Fernando Alonso y la felicidad de los que le seguimos.

Bueno no me enrollo más. Oh capitán, mi capitán, que recuerdos más duros me has hecho revivir.

Un saludo de un Alonsista hoy un poco nostálgico.

Lastra dijo...

Rayos! Pues es verdad, ígnaro de mí, ni me había parado a pensarlo.

Buino, pasemos silbando una tonada y mirando al tendido... ;)

Y gracias por el desasnamiento y eso, un abrazo.