El ACO no se ha andado con milongas con la Aston Martin de Lawrence Stroll. No ha compuesto ninguna figura retórica con el magnate canadiense y Donald Trump ni ha ofendido al pueblo norteamericano, pero sí ha recordado que eran de sobra conocidos los problemas económicos de la Gaydon y apuntado a que tal vez el Valkyrie no es el Hypercar que nos habían vendido.
Básicamente, Pierre Fillon, Presidente del Automobile Club de L'Ouest, ha recordado a Aston Martin que el WEC no es un campeonato para proyectos endebles y que se aceptan sus retos o te contentas con ver cómo el tren abandona la estación dejándote en el andén.
Pero como la entrada se me queda corta, abusando de vuestra paciencia voy a estirarla algo más, y es que lo dije el otro día: «¡Esto es Resistencia, amigos!» [Mal asunto]. Los órdagos que valen en Fórmula 1 tienen difícil encaje aquí aunque cuentes detrás con el apoyo de toda la prensa especialista británica.
Fillon es más francés y mucho francés, que decía don Mariano Rajoy, y es evidente que la decisión de Aston Martin ha sentado como una patada en salva sea la parte del organismo, pero da la sensación de que no se trata de que se acaba el partido porque la pelota es mía y me la llevo, sino de que la máxima categoría del WEC para la temporada 2020/21 le venía grande a Aston Martin y ésta ha decidido jugar fuerte, vendiendo como cauta retirada lo que viene siendo lisa y llana incapacidad para enfrentarse a Toyota en igualdad de condiciones.
Fillon es más francés y mucho francés, que decía don Mariano Rajoy, y es evidente que la decisión de Aston Martin ha sentado como una patada en salva sea la parte del organismo, pero da la sensación de que no se trata de que se acaba el partido porque la pelota es mía y me la llevo, sino de que la máxima categoría del WEC para la temporada 2020/21 le venía grande a Aston Martin y ésta ha decidido jugar fuerte, vendiendo como cauta retirada lo que viene siendo lisa y llana incapacidad para enfrentarse a Toyota en igualdad de condiciones.
¿Miedo? Se insinúa en las palabras del Presidente del ACO, pero disculpadme si no me atrevo a ir tan lejos, ya que siempre han casado mal una situación económica frágil y sacar adelante un proyecto exigente.
La vida sigue. Os leo.
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