martes, 25 de febrero de 2020

Desde el sofá [McLaren]


El MCL35 de McLaren es un vehículo muy consecuente con el del año pasado, pero así y todo, supone una interesantísima evolución encaminada a asegurar el cuarto puesto en la tabla de Constructores, a entrar regularmente en Q3 y, quién sabe si a darnos alguna alegría en forma de podio.

Claramente enfocado a extraer todo el potencial de los caudales bajos, promete velocidad en recta y un paso por curva mejor que el del MCL34, y para ello deposita su confianza en la mitad inferior del monoplaza, y curiosamente lo hace de cabo a rabo, es decir, desde la punta de la nose al final del coche. Pero vayamos por partes.

El morro contempla dos partes bien diferenciadas. La superior es de dimensiones convencionales y servirá para que el caudal frontal asiente el tren delantero, ayudada por una superficie ligeramente cóncava (forma de interior de cuchara) que facilitará que éste se enderece para nutrir de aire la parte superior de la carrocería. La inferior es estrecha, dispone de apéndice horizontal y mantiene el diseño McLaren en los soportes del alerón delantero, aunque la importancia la tiene la estrechez de la nose, ya que permitirá que los bargeboards reciban una cantidad generosa de aire, así como los primeros compases del Y-250 creados en las aristas interiores del ala anterior.

A partir de mitad de coche encontramos unos pontones ceñidos en la zona de contacto con el fondo plano que se van abriendo según ganan altura. A media altura tenemos un área neutra en ligero declive que se funde con las formas del final de la carrocería, no sin antes permitir que el caudal superior se derrame sobre los laterales bajos en un punto bastante atrasado, mientras que por encima va directo al vano del alerón posterior al alimón con los flujos superiores del cubrecapot.


No es una solución tan crítica como la aplicada en el W11 de Mercedes AMG [Desde el sofá (Mercedes AMG)], básicamente porque el habitat del McLaren es diferente al de la alemana, pero en todo caso, los bargeboards serán los que definan la función de la zaga del monoplaza.

Sintetizando, que es gerundio. El MCL35 me encanta porque supone un claro paso adelante sobre lo visto en el MCL34, que no fue poco, por cierto. Apunta a ser más rápido en recta que su antecesor y a que en curva se desenvolverá con mucha soltura. No sé si es demasiado pronto para afirmar que la cuarta plaza en el Mundial la tiene asegurada porque le ha nacido un claro oponente: el Racing Point RP20, pero sin duda nos proporcionará sabrosos momentos.

Os leo.

No hay comentarios: