Con un Success Handicap que penalizaba claramente las opciones de Toyota y en una carrera estilo sprint, las 6 Horas del COTA (Lone Star Le Mans) tenían nombre y apellido Rebellion desde su arranque, circunstancia que no redujo la tensión en la suiza sino, al contrario, la espoleó para obtener la mayor ventaja posible durante la mitad de la prueba y luego gestionarla hasta ver el banderazo final en primera posición.
Se nos viene encima una parte especialmente interesante del calendario con las 1.000 Millas de Sebring abriendo el menú. Rebellion incorporará una segunda unidad en las 6 Horas de Spa-Francorchamps, y quizás era Austin la última oportunidad que le quedaba para rentabilizar su participación en el WEC (World Endurance Championship FIA) salvo que FIA y ACO decidan lo contrario en el trazado belga —el Success Handicap tenía muy buena pinta al principio, pero está quedando muy desvirtuado por la aplicación, en cierto modo arbitraria, por parte de la organización—, de forma que, partiendo desde la pole, Gustavo Menezes, Bruno Senna y Norman Nato, supieron aprovechar la coyuntura de cabo a rabo.
En Toyota nada se pudo hacer. El handicap era excesivo, como se pudo comprobar en clasificación. Así las cosas, los TS050 penalizaban en velocidad punta y esto supuso a lo largo de las vueltas una situación imposible de revertir. No obstante, el aliciente estuvo en el golpe de mano que protagonizó el coche dorsal número 8 en los primeros compases de la cita sobre el número 7, lo que a la postre les supuso a Nakajima, Buemi y Hartley, asegurar el segundo puesto y recortar distancias en la general con respecto a Kobayashi, López y Conway, tripulación que terminó tercera en el COTA.
¿Alguien tenía dudas? Os leo.
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