La candidata

Desconozco si invitan a copas en Brackley por cada mención a la excelsa capacidad de los alemanes en redes sociales y medios —hoy Mercedes AMG ha dejado de ser británica durante unas horas, aunque no tardaremos nada en retomar el God Save The Queen!—, pero tenemos un serio problema si a estas alturas de la película no hemos asimilado que la ínclita es la máxima candidata a calzarse los títulos de Marcas y Pilotos 2020, y que, en consecuencia, Wolff tratará por todos los medios que no lo olvidemos.

Más allá del DAS (Dual-Axis Steering), que ya me habría gustado ver la reacción de los entregaos si es Vettel el que lo llega a estrenar en su Ferrari, la de las tres puntas tiene todos los boletos para certificar una nueva temporada arrolladora salvo que los demás se pongan las pilas, y bien puestas, añado.

El equipo alemán está perfectamente engranado porque lleva campañas y campañas sin que nadie le conteste en pista. Vamos, que ha navegado comodorro de la muerte y con infinita menor presión por centímetro cuadrado que sus rivales, así que por muchas pesadillitas flanderianas que haya sufrido Toto, la sangre nunca ha llegado al río y, este año, aunque debería ser diferente, sobre el papel pinta igual que de costumbre porque los que tienen que romper el saque son Maranello y Milton Keynes, y disculpadme el simil tenista.

La presión la tienen Ferrari y Red Bull, son ellas las que no pueden permitirse errores y las que tienen que demostrar que pueden destronar a la hexacampeona del mundo, mientras ésta hace lo que debe: defender su posición con comodidad, porque se lo ha ganado y porque es la candidata, al menos hasta que alguien diga lo contrario sobre el asfalto, que es donde vale de verdad.

Os leo.