jueves, 13 de febrero de 2020

Querido Pepe...


Sabía que iba a llegar este momento e instintivamente he ido preparando Nürbu para acogerte, porque aunque éramos los dos polos opuestos en la familia, en el fondo también hacíamos de compañeros de trinchera y en ella te he visto luchar y naufragar y levantarte, y acabar cediendo la rodilla poco a poco, porque aquel catarro mal curado del inicio era en realidad un cáncer que se abría paso por las hebras de tu cuerpo con determinación de acabar contigo.

En estos casos las letras se empalagan de recuerdos y sensaciones, y aunque nunca supiste lo que hacía realmente tu cuñado pequeño, quiero despedirte desde el horizonte mismo del único santuario que me pertenece. 

Querido Pepe...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amigo José,

Las noticias malas te acosan, siento mucho x ti este escrito q nos compartes. Como siempre hay q hacer, tómalo x el lado bueno, el de los recuerdos positivos e inolvidables q sin duda en muchas ocasiones compartisteis.


Un abrazo y a seguir adelante, no queda otra.


King Crimson