lunes, 24 de febrero de 2020

Desde el sofá [Racing Point]


El RP20 de Racing Point y el W10 de Mercedes AMG mantienen entre sí tantas similitudes que si vistiéramos al coche de Silvertone con la librea que usó Brackley en 2019 en sus vehículos, muchos de los que están negando la mayor tardarían lo suyo en diferenciarlos. Dicho esto, quizás lo entendamos mejor si retomamos los párrafos iniciales que he escrito al abrir la entrada sobre el FW43, porque en el monoplaza británico encontramos un claro ejemplo de lo que puede enredarnos no diferenciar forma y cometido [Desde el sofá (Williams)].

Y sí, la generalidad en el RP20 es made in Mercedes AMG, y las genialidades también: escultura de la carrocería, distancia entre ejes, incluso las soluciones dadas el año pasado al morro de la plataforma que conducían Valtteri Bottas y Lewis Hamilton. El resto, y disculpadme los que voy a decir, es lisa y llanamente Operación Triunfo: emular mientras se versiona; adaptación, como decía el otro día [El calco, Racing Point].

En este sentido, la de Lawrence Stroll ha partido de un inmejorable material y ha hecho su propia versión porque los condicionantes en que se va a desenvolver Racing Point durante 2020 son muy diferentes a los que originaron el diseño del W10 para 2019.

En líneas generales diría que es un coche parido para trabajar en aire limpio y que su principal chance va a estar en la clasificación. Mis dudas ahora mismo, lógicamente atañen a cómo de bien se puede comportar en tráfico y rodeado de aire sucio, pero desde luego, esto no lo vamos a poder comprobar hasta que el campeonato comience a rodar a partir del Gran Premio de Australia.

Os leo.

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