miércoles, 5 de febrero de 2020

¿Cómo se hace una marca?


Si no me fallan las cuentas, este 2020 sólo Sebastian defenderá la tricolor alemana en la parrilla...

Russell, Norris y Hamilton (Gran Bretaña); Latifi y Stroll (Canadá); Raikkonen y Bottas (Finlandia); Sáinz (España); Magnussen (Dinamarca); Grosjean, Gasly y Ocon (Francia); Verstappen (Países Bajos); Albon (Tailandia/GB); Leclerc (Mónaco); Kvyat (Rusia); Pérez (México); Giovinazzi (Italia); Ricciardo (Australia). Sí, Vettel es el único representante alemán con volante oficial...

Es temprano, me estoy tomando mi segundo café, y pienso inocentemente en que a lo peor la historia no es como nos la han contado y no era Michael Schumacher el que arrastraba en solitario a la afición de su país durante la última década del siglo pasado y la primera de éste, y que la cosa pudo tener que ver con la importante presencia alemana en plural de plurales y en la solidez de su marca.

Heinz-Harald Frentzen, Ralf Schumacher, el propio Kaiser, Nick Heidfeld, Nico Rosberg, Timo Glock, Nico Hulkenberg, Markus Winkelhock, Pascal Wehrlein y por supuesto Sebastian Vettel (seguro que me dejo alguno), han sido durante años la encarnación de la marca Alemania en nuestro deporte en cuanto a pilotos se refiere, lo que me lleva a pensar en Roldán Rodríguez (probador de Spyker), Dani Juncadella (tercer piloto en Force India), Andy Soucek (probado en Virgin), María de Villota (probadora de Marussia), por no hablar de Marc Gené (ganador además de Le Mans), Jaime Algersuari, Pedro Martínez de la Rosa, Roberto Mehri y, por supuesto, Fernando Alonso y Carlos Sáinz...

España es una potencia menor que Alemania en automovilismo deportivo y me veo en la obligación de tirar no sólo de pilotos oficiales, claro, pero a lo que vamos: para lo chiquititos que somos hemos dispuesto de suficiente presencia como para que lo que nos sucede ahora no se trate sólo de que no se ha aprovechado el tirón del asturiano, y se trate, más bien, de que nos gusta mucho escupir a lo nuestro.

Dispusimos incluso de escudería, Hispania primero y HRT después, y la escupimos porque nosotros no podíamos tolerar lo que tolera medio paddock. Tuvimos además de Montmeló y Jerez, a Valencia, pero también escupimos porque no era del gusto del exquisito paladar de nuestros salvapatrias, tan dados ellos a creer en la Autosport.

Siendo sinceros, las referencias españolas ligadas a la cúspide del motorsport son abundantes y notables, que no todos los días llora todo un Juan Manuel Fangio la pérdida de un compatriota tuyo. Mencionas a Portago y todavía, pero hablas de Creus, Godia o Pola, y la gente no sabe de qué coño estás hablando. Villota y vaya, pero Alex Roig queda a desmano y Zapico todavía más. Campos, Pérez Sala... ¿pero seguro que disputaron algún Mundial...? Hablas de la importancia que tiene disponer de ingenieros españoles ahí dentro pero eso parece que no es Fórmula 1 porque este orgullo no llega a la gente...

Sintetizando, que es gerundio: somos gilipollas del culo y lo que no tenemos es arreglo.

Nos ha faltado fe y nos seguirá faltando porque para criticar a destajo somos únicos, que parece que pagan por ser los más limpios del lugar. Obviamente Fernando tiene poco que decir aquí. Hemos disfrutado de un enorme caudal de esfuerzos personales y mancomunados, pero lo hemos tirado a la basura porque a especiales no nos gana nadie, y la realidad es que España se lleva la palma en desagradecimiento por centímetro cuadrado.

¿Cómo se hace una marca? Escupiendo sobre lo propio, desde luego que no.

Os leo.

2 comentarios:

matador dijo...


Hola,

Aun a riesgo de que me tachen según algún sesgo político que no me representa, diré que en España llevamos 500 años a garrotazos unos contra otros. Da igual si la pelea es por ser del Este o del Oeste, del Norte o del Sur o Rojos y Azules, todo es un Madrid-Barça de maximalismos. Hablando de alemanes, ya lo decía Otto von Bismark, "España es el país más fuerte del mundo, pues, aunque llevan toda la vida peleando, no consiguen destruir el país".

En el caso del Motosport, siempre he pensado que es un problema de sentimiento regional. Las grandes empresas de comunicación del sector, los preparadores, los clubes importantes, a día de hoy están en Cataluña. Resulta que Fernando es asturiano, los dos Carlos, madrileños, y los tres son hinchas del Real Madrid... no hace falta atar muchos cabos para saber que, en una situación como la actual, alguien que pasea la bandera tricolor en su casco, -y voy a utilizar un eufemismo-, es mirado con cierto recelo por una parte de la población, especialmente la que vive en Cataluña, y también por según qué medios de comunicación.

Luego están las ordas de youtubers, yogurines ellos, que no conocen la historia de los asturianos Zapico o Villamil, ni les suena que un tal Villota consiguió un campeonato de Formula Aurora corriendo en casa de los British, o que hizo un gran papel en Le Mans, acompañando a otro madrileño, Jesús Pareja (creo recordar que fueron segundos con un Porsche-Brun). Y ya, para saber de Godia, Jover o Soler Roig, tendrían que haber hecho el esfuerzo de leer algunos libros de historia del automovilismo español, a lo mejor a alguno le produce urticaria saber que muchos de estos próceres de las carreras eran importantes personajes de la burguesía catalana que no tenían remilgos en enarbolar un pabellón español, aunque en aquel tiempo estuviera coronado por un aguilucho.

Quizás nuestra marca sea esa; el mear como nadie fuera del tiesto y pegarnos entre nosotros. Fernando puso una pica en Flandes, y Carlos Jr, a poco que acompañe la suerte, podría hacerlo igual, a ver qué pasa con los siguientes...

ivano dijo...

Aupa Matador, conocía la cita de Von Bismarck pero la recuerdo de otra manera, algo como que "España es una nación rica, llevan saqueándola 500 años y no se arruina" o algo así jaja

El problema ya no es sólo de educación, que tambien, en este país los visceralismos mandan.

Yo muy español no me siento, por ejemplo, pero el asturiano es el puto amo, y me da igual como se sienta él. Y si cualquier extranjero tuviera los bemoles como los tiene él, de pelear contra viento y marea, también fliparía con él. A parte de que Asturies y sus gentes son muy jefazos, yo los adoro, son gente con sangre. Y te lo dice un vasco con parienta Astur ;)