Ferrari ha sufrido en 2018 una de esas situaciones que no hay manera de explicar, al menos convincentemente. Por no herir sensibilidades diremos que el SF71H de esta campaña ha sido un monoplaza que globalmente ha estado a la altura del W09 de Brackley, y delante de él las suficientes ocasiones como para haber blindado ambos campeonatos antes de que Mercedes AMG se enchufara de verdad.
Siendo honesto diría que aquí ha radicado el principal problema del que han ido surgiendo los demás, ya que si Maranello hubiera marcado distancias antes del Gran Premio de España, seguramente hoy estaríamos hablando de otra cosa y desde luego, en otros términos.
Por la razón que sea, en las primeras citas del mundial Maurizio Arrivabene decidió sacrificar a Kimi Raikkonen para dar alas a Sebastian Vettel, pero no consiguió otra cosa que dejar solo al alemán con Hamilton pegado a su culo, y esto apunta a que la rossa no tenía confianza en sí misma ni en las posibilidades del tetracampeón, lo que lleva a éste a cometer su primer error en Azerbaiyán con lo que la situación se complica porque en Motmeló se utilizarán las famosas ruedas antiblistering y las posibilidades de que la de Wolff se afiance son entonces muy elevadas.
A mi modo de ver Kimi resultaba esencial en esta fase de la sesión [And the winner is...]. Obviamente la historia ya está escrita y tampoco es cuestión de aburriros planteando escenarios alternativos, ya que la realidad se impone y Ferrari empieza a dar una de cal y una de arena durante el verano y Sebastian comienza a mostrar que la presión le resulta insoportable...
A mi modo de ver Kimi resultaba esencial en esta fase de la sesión [And the winner is...]. Obviamente la historia ya está escrita y tampoco es cuestión de aburriros planteando escenarios alternativos, ya que la realidad se impone y Ferrari empieza a dar una de cal y una de arena durante el verano y Sebastian comienza a mostrar que la presión le resulta insoportable...
En este sentido, el Gran Premio de Bélgica adquiere tintes de ser el canto del cisne porque a partir del de Italia la de Il Cavallino se vuelve errática y parece dispuesta a ahorcarse del primer árbol que pille.
Sin duda la muerte de Sergio Marchionne ha tenido mucho que ver. Después, la cúpula de Ferrari muestra tener más prisa por calmar a los mercados que por atender las necesidades de la competición. Arrivabene no parece el capitán idóneo para dirigir la nave, pero en pista Vettel ya está deshecho y no es sino una sombra de sí mismo. Fin.
El caso es que a decir de los entendidos, el SF71H ha sido el mejor coche que ha tenido Maranello en los últimos tiempos, pero la cantidad de puntos dejados en la cuneta por Vettel, así como el inexplicable retroceso de prestaciones posterior a Spa-Francorchamps, lo han inhabilitado por completo. Y por desgracia, para 2019 todo sin incógnitas, como recordaba anteayer Luca Cordero di Montezemolo. Kimi ha partido hacia Sauber y llega Charles Leclerc, pero Ferrari necesita un coche muy superior, incluso mucho mejor que el de este año, para que las cosas encajen.
Os leo.
3 comentarios:
Sencillo de explicar, 11 victorias, la mejor temporada de Hamilton en Mercedes, inalcanzable.
Buenas tardes, Chema ;)
En el texto digo que no hay manera de explicar «convincentemente», pero bien, sí, cuando dejas a tu rival vivo y te suicidas es lo que suele pasar, que el primero resulta inalcanzable.
Abrazote ;)
Jose
Buenas José, yo lo que he visto a partir de Monza es un Mercedes a mas de medio segundo en calificación y dominador en carrera.
No haría bien Ferrari en no hacer caso a Seb o Kimi, mucho trabajo por delante para alcanzar a Mercedes.
Afortunadamente con Seb y Charles, el año que viene manos no faltarán.
Forza y Abrazos ;)
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