lunes, 12 de diciembre de 2016

La metamorfosis [Red Bull]


Bernie necesitaba un aliciente para disimular seis años consecutivos de dominios aplastantes y puesto que Ferrari no estuvo por la labor de hacer caso a la invitación en 2015, el recurso en 2016 ha pasado por fingir que Milton Keynes ha sido capaz de contestar la solidez mostrada por los chicos y herramientas de Brackley durante la séptima temporada de dominios aplastantes.

Las cifras son elocuentes. 765 puntos para la anglo-germana, 468 para la austriaca. Prácticamente un 40% de excedente en el casillero que desde mi humilde punto de vista marca dónde debemos valorar la fantástica campaña que ha desarrollado Red Bull: la lucha por la segunda posición.

Obviamente, ni encajándola adecuadamente se puede negar que la sesión de la de las bebidas energéticas ha resultado explosiva y espectacular. 2015 fue un mal año en el cual, RBR finalizó cuarta por detrás de Williams. Superar eso era hasta cierto puntos sencillo, hacerlo como se ha hecho, quizás no tanto.

El chasis del RB12 ha encontrado por fin contestación en la unidad de potencia Renault (TAG Heuer), de forma que la plataforma diseñada por Adrian Newey y su equipo, así como el esfuerzo realizado por el fabricante galo en cuanto a fiabilidad y prestaciones, han visto fructificar sus anhelos, dando como resultado un conjunto que ha brillado sobremanera en los circuitos del Mundial de este año, gracias, también, a que ha aparecido en el escenario un talento como Max Verstappen conduciendo un auto a la altura de su incuestinable calidad y temperamento como piloto.

Daniel Ricciardo tampoco se ha quedado a la zaga. Con una mayor experiencia en el equipo y habiendo disputado la temporada completa (Daniil Kvyat dejaba paso al conductor holandés de Toro Rosso en el Gran Premio de España), lograba imponerse como tercero en el Mundial de Pilotos, tras Lewis Hamilton y por delante de Sebastian Vettel.

Y con estos ingredientes, tal y como mencionaba el otro día hablando de Ferrari, lo que más sobresale, a mi parecer, ha sido la impecable gestión de recursos que se ha llevado a cabo desde Milton Keynes. Las evoluciones tanto en chasis como en aerodinámica como en propulsor, han sido aplicadas de manera constante y progresiva, cosechando, siempre, un elevado grado de éxito a la hora de su implementación, seguramente por la enorme inteligencia que había detrás. 

El binomio Red Bull - TAG Heuer ha funcionado como un cronómetro tanto dentro como fuera de la pista y eso ha dado a la escudería una consistencia a prueba de bombas, lo que al final se ha materializado en un merecido segundo puesto en el Mundial de Constructores, porque, sencillamente, pillar a Mercedes AMG resultaba imposible con este reglamento.

En todo caso, la metamorfosis ya está en marcha y 2017 pinta bueno, muy bueno para la austriaca.

Os leo.

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