domingo, 4 de diciembre de 2016

Inspector Gadget [McLaren]


Lo mencionaba hace unas horas: de no ser por los problemas que ha acumulado Toro Rosso este año, Faenza debería haber quedado sexta en el Mundial de Marcas. Y como lo cortés no quita lo valiente y al fin y al cabo esto es Fórmula 1, aceptemos que de vez en cuando viene bien atrapar un poco de viento de cola que enmascare una temporada bastante fulera haciéndola pasar por algo que no es, porque no lo es, seamos sinceros. 

Este quinto puesto en el campeonato 2016 le ha venido a McLaren como llovido del cielo, y al admitirlo debería rasgarse el velo del Templo de Salomón porque estamos hablando de Woking, no de una escudería cualquiera. Tampoco vale lo avanzado con respecto a 2015 porque la temporada pasada se dejó el listón tan bajo que cualquier saltito daría para récord.

¿Qué vale entonces? Vale, por ejemplo, ciscarse en un reglamento que tiene cogido por los pelendengues a todo aquél que pretende hacer algo nuevo o recuperar terreno. Vale, también, señalar como hipócritas a los equipos y a la FIA, cuando pretendiendo (decían) que nuevos motoristas hicieran acto de presencia en la Fórmula 1, sacudieron de lo lindo a Honda en 2015 para que no levantara cabeza. Vale, ya termino, que cuando no tienes equipos filiales que te hagan el trabajo sucio y las labores de desbroce, corres con todos los gastos haciendo menos kilómetraje que el resto, sacrificando el nombre y a veces la dignidad, con tal de sacar la cabeza cuando toca. ¿Y cuándo toca? Pues en 2017, al menos eso se nos ha dicho hasta la saciedad.

Existe en todo esto una épica indescriptible aunque los bardos no estén por la labor de componerle unos versos. Un patrón juramentado en pos del éxito que ha sido sacrificado por sus socios (por la espalda). Un fabricante japonés que duerme con un tanto en la mesilla de noche, presto a utilizarlo si se tuercen las cosas. Tres campeonatos mundiales haciendo de pilotos probadores. Pundonor a saco. Esfuerzo, sacrificio, sudor y lágrimas...

Si hablábamos de laboratorio rodante señalando a Renault en el fondo de la parrilla, con McLaren-Honda deberíamos estar hablando de cuadratura del círculo a base de martillos, fuego, tenazas, mazas, yunques y sargentos en la fragua de Vulcano, pero a McLaren la ha venido Dios a ver, no lo olvidemos.

Todo el enfoque de la temporada ha estado puesto en 2017. Fiabilidad primero, prestaciones después. Unidad de potencia antes, chasis más tarde, pero falta lo que no está escrito. Todo iba bien hasta Suzuka, pero en el circuito de la tierra del Sol Naciente a Honda le dio un purrús y los planes se trastocaron. Mucha petición de perdón y mucho decir que no volverá a suceder, pero un servidor se comió el parabrisas en el frenazo, y sé que no he sido el único al que le sucedió.

Mala temporada para Woking, al menos nominalmente, porque si os soy honesto, hace la intemerata que he perdido la noción de lo que estaba haciendo la de Dennis. Competir no ha competido, pero me quedo con el buen ambiente que reina en el equipo de Fórmula 1, que casi festeja con champán del bueno que Toro Rosso haya permitido terminar sexto a un equipo que soñaba con pillar a Williams, y, sin embargo, ha tenido que tragarse sus palabras. Espero que por última vez. 

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Existe en F1Technical un hilo dedicado a la UP Honda, activo desde abril de 2014 y que acaba de cumplir las 5000 publicaciones. Parece habitar allí mucho enteradillo, mucho friki de la termodinámica. Vamos, gente del ambiente, como suelen decir.

A lo que voy es que existe cierto personaje que se deja caer por allí, el tal Wasari. Uno que con el tiempo, se ha convertido en figura de culto entre los cuatro o cinco machos alfa del foro. Siempre trae carne fresca, muy ricos pedazos.

Dice ser japonés, un veterano del equipo de ingenieros de aquella Honda. Y que su sobrino trabaja actualmente en Sakura.

Ha llevado al hilo información muy bien fundamentada acerca de lo que estaba ocurriendo en el cortijo. Del segundo equipo de especialistas (veteranos! CCVC?) que desarrollaba en paralelo una especificación totalmente diferente. También explicó el porqué de la llegada de Hasegawa, desde la tradición corporativa de Honda. Siempre muy político, y muy respetuoso de propios y ajenos.

Luego desapareció unos meses, con la excusa de haber sido convocado a fábrica (!!). Pues bien, luego de Abu Dhabi el hijo pródigo ha regresado. Que ése motoraco ruge en el banco de pruebas y Sakura toda bate palmas. Y que el chasis 2016 provisto por Maclaren ha sido y es un hierro. La suspensión trasera no funciona.

No me creo el cuento del sobrino. Pero sí que pueda ser un insider, un formador de opinión. Muy políticamente, el dedo de Honda apunta ahora en la dirección de Woking. Serán educados y respetuosos, pero llevan adelante una multinacional. Hay mucho en juego.

Es al menos preocupante que 2017 pueda encontrar a Maclaren con la guardia baja, o peor aún con el trabajo sin hacer. Esperábamos mucho de Prodromou y Boullier. Este año sí tiene que ser el de la campanada.

En qué estará pensando Fernando ahora mismo? La mejor de las suertes, campeón!