viernes, 16 de diciembre de 2016

El canto del velociraptor


Como comprenderéis, no puedo empezar cada entrada que escribo diciendo lo mucho que amo esto o lo pasional que me siento ante la Fórmula 1, o cuánto respeto tengo por todos y cada uno de los integrantes de la parrilla. Soy consciente de que hay quien lo hace y siente la necesidad de presentar tarjeta de visita y curriculum antes de ponerse a escribir, como el que utiliza el avatar de Twitter o Facebook para hacerle un retratito a la credencial que permite el acceso a los circuitos, Le Mans, Jerez y Montmeló, mayormente.

También soy muy tocapelotas —lo asumo—, de manera que entiendo que la gente es suficientemente adulta e inteligente como para comprender que existen cosas obvias, mientras de paso me ahorro unas líneas en cada texto que me parecen vitales, claro está.

Dicho lo cual, toca echar el ratito hablando de Sebastian Vettel, o mejor dicho, de su tercer año en el pozo. Porque es todo un tetracampeón del mundo, porque milita en Ferrari desde 2015, y porque acertando en sus elecciones de equipo (no como otros), ha vuelto a ser rebasado por Ricciardo en el Mundial de Pilotos, nada más y nada menos que con un Red Bull, vehículo, precisamente, de la escudería que abandonó nuestro protagonista a finales de 2014.

He dicho en multitud de ocasiones, aquí mismo, que el mayor problema que tiene el de Heppenheim está en su entorno, muy dado a sobrevalorarlo como si fuese una vulgar mercancía y a protegerlo a la menor oportunidad. 

Desde luego, también tiene él una buena cuota de responsabilidad al no haberse sabido despegar de tan nocivo ambiente por muchos años que hayan pasado, lo que me lleva a pensar que tiene ante sí una bonita oportunidad de torcer el rumbo de las cosas ahora que Maranello atraviesa el Cabo de las Tormentas. Y es que ya somos unos cuantos los que hemos leído entre líneas a Bernie, insinuar que tal vez en 2018 Mercedes AMG sería un buen lugar para Vettel, y aquí rogaría a Sebastian que se andase con sumo cuidado.

Rapidísimo a una vuelta, quizás más que Hamilton, la asignatura pendiente del alemán estaba en la montonera. 

Temporada tras temporada capitaneando las parrillas desde la pole, habían conseguido desdibujar aquél fenómeno juvenil de 2008 y 2009. Pero estos tres años que lleva pasándolas putas, en Red Bull primero y luego en Ferrari, deberían servirle para cubrir las numerosas lagunas que tiene en la lucha cuerpo a cuerpo. Y soy optimista en este aspecto, porque honestamente lo digo: el Vettel de México a Abu Dhabi en 2016, me ha parecido infinitamente mejor que aquel que ganaba carreras con el brazo por fuera del habitáculo o firmaba hazañas de plastilina, incluso asumiendo lo fea que ha quedado su tendencia a la verborrea bocachanclera radiofónica.

Uno aprende por las buenas o por las malas, o no aprende en la puñetera vida. Y Vettel parece que ha encontrado el camino para reinventarse —con lo que me gusta a mí este verbo—, en la dureza de un trayecto que por primera vez en mucho tiempo, no es de rosas.

Y debe hacerlo por la cuenta que le trae, fundamentalmente manteniéndose alejado del mullido mundo de algodones que han propuesto a su alrededor desde Mateschitz a Marchionne, pasando por Horner, Marko, y desde luego, Whiting o la Bruja de Blancanieves. Terminada la remesa de ositos de Maurizio Arrivabene, ojalá escuchemos pronto el canto del velociraptor, aunque sea desde una sexta plaza.

Os leo.

7 comentarios:

El Alonsista dijo...

Reconozco que no soy fan precisamente del rubito alemán, pero me ha alegrado leer partes de tu artículo. Con otras, no estoy totalmente de acuerdo.
Mi teoría es que Vettel es únicamente un velocirraptor, muy bueno a una vuelta (probablemente puede que el mejor), pero deja bastante que desear en otras facetas -como muy bien dices-.

Ricciardo, que no es para mí un superclase, le ha mojado ya la oreja en varias ocasiones; y aunque las comparaciones son odiosas, en este deporte que tanto amamos, no hay otra manera de establecer escalafones sin comparaciones.
De esta manera Vettel tampoco sale bien parado con el anterior propietario del asiento número uno de la rossa. Con un coche inferior en términos generales, el asturiano fue capaz de pelear en 2010 y 2012 por el título, aunque en esos años el Ferrari funcionó algo mejor que en los dos últimos.

Vettel debería aprender que los puntos se ganan el domingo, con decisiones tomadas en milésimas de segundo durante la carrera, sabiendo cuándo y dónde adelantar y dejarse ser adelantado. Y hay muchos pilotos que saben elegir mejor que él. Tuvo la suerte de pilotar un coche dominante durante cuatro años, pero eso no significa que sea uno de los mejores pilotos de la parrilla. Yo creo que está en un top 7, pero otros están bastante por encima de él (y tienen dos títulos menos).

Al final los dinosaurios se extinguirán a la llegada de un meteorito asesino de turno, pero mientras tanto, el Tiranosaurio Rex siempre se comerá al velocirraptor.

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo en todo. La opinión generalizada de la parrilla es esa. Puede que el más veloz a una vuelta y en mojado, pero del montón cuando no sale desde donde quiere. Aunque este año ha habido un cambio significativo en su manera de afrontar las carreras. Si os dais cuenta era siempre mejor en carrera que en qualy, algo impropio de el y que como reconoció Gene, ha sido debido a que ahora Seb regla el coche para el domingo sabiendo que no tiene un purasangre. Ha sabido entenderlo de una vez que las carreras se ganan el domingo y ha ido a asegurar el sábado con un coche preparado. Esperemos que siga creciendo en ese aspecto porque es algo que Alonso ya dijo, será el piloto más rápido a una vuelta, pero cuando toca bregar entre el tráfico está perdido y prueba de ello es su desquiciamiento. Velocirrptors contra tiranosaurio. Y así le ha ido cuando no corría como a el le gusta moviendo la cola haciendola derrapar.

Tadeo dijo...

A mi me cuesta hablar de un piloto como Vettel, no por su persona, sino por su carrera. Protegido como un niño chico que nunca se despega de las faldas de mama Red Bull, tuvo que afrontar el nacimiento de un hermanito que le mojó la cara y no supo soportar el trauma y salió de Red Bull para irse a la casa de una hermosa mujer, pero tan pérfida como hermosa.

Y así le va, protestando contra el mundo contra las cosas que solo son culpa suya. Además empieza a convertirse en moneda de cambio de los equipos, hoy mismo lo ha usado Toto Wolf para mandarle un mensagito a Hamilton, creo que a Toto no le gustaron las declaraciones de ayer que hizo Ham, y hoy le contesta diciendo que Vet en el 2018 queda libre. Otro alemán en Mercedes es algo que Ham no soportaría y además un alemán con tal bagaje que obligaria a Mercedes a replantear el número uno y el dos, algo que ninguno de los dos iba a aceptar.

De todas maneras, si este año que viene no hace un buen mundial, lo veo fuera de la F1.

Saludos

iñaki dijo...

Poleman donde los haya, otrora Vedette y hoy comparsa. Asumiendo a golpe de peloton que los circuitos no son autopistas y que hay que zafarse durante todo el fin de semana.
Nunca ha sido Santo de mi devoción, pero hay que reconocerle el mérito de saber ser el " niño mimado" , consecuencia de lo cual hoy oímos seriales radiofónicos en cada carrera.
Ha probado el amargor de intentar exprimir el Ferrari y emular a F.Alonso, pero seguro que hoy es mejor piloto que cuando levantaba trofeos.

Aficionando dijo...

Pues mira, Tadeo, que yo creo que el lugar natural de Vettel es Mercedes... A lo mejor en 2018 vemos un cambio de cromos: Hamilton a Ferrari y Vettel a Mercedes. Para el inglés sería un reto para cumplir el gran mito de un piloto en F1: ser campeón con tres marcas diferentes. Que yo recuerde, Hamilton es, junto a Schummi, único campeón del mundo en dos escuderías distintas en los últimos veinte años. Sumar un título con Ferrari le haría eterno.

Tadeo dijo...

Aficionando, de hecho yo escribí aqui mismo, no hace demasiado tiempo, que era mi opción ya para ahora.

Saludos

chema dijo...

Que manía con jubilar al tetracampeón. Evidentemente a una vuelta es muy potente pero tampoco se puede decir que no se defienda en la montonera, ha realizado remontadas de libro.

Es verdad se queja mucho, no es el único, la tensión es evidente, pero coincido con la entrada en que es necesario para su evolución como piloto.