domingo, 25 de diciembre de 2016

Mejor reír


No entiendo muy bien qué tienen los hombres (y las mujeres) contra esos otros hombres (y mujeres), que pudiendo dejarse morir por enfermedad, edad o desilusiones, prefieren seguir luchando.

Las ilusiones son un bien tan escaso y preciado que levantan toneladas de envidia, y comprendo que siempre es preferible aparecer en las redes sociales, la cafetería o la cena de Nochebuena, afirmando con tristeza que la vida te podía tratar mejor, no sea que diciendo que eres feliz porque todavía tienes un montón de sueños que cumplir, a la concurrencia le entre la necesidad de preguntar si te has vuelto loco.

Carlos Sáinz no se ha vuelto loco. Es un cincuentón que continúa sintiendose vivo y quiere firmar una nueva victoria en el Dakar.

Y lo cierto es que puede hacerlo. Lo consiguió en 2010 y desde entonces han sido muchas las veces que ha estado cerca de lograrlo, se mantiene en un estado físico y mental fráncamente envidiable, y junto al navegador Dtoke (sustituto de Lucas Cruz), tripulará esta próxima edición uno de los Peugeot 3008 DKR oficiales...

No entiendo, por tanto, qué tipo de rechazo puede producir la segunda parte del párrafo de arriba, para que a unos días de que se dé la salida al Dakar 2017 por tierras del cono sur americano, ya sea posible leer todo tipo de malos augurios para con el madrileño.

Sólo falta el «Próximamente en la gran pantalla», ya que, al parecer, el guión está escrito y corregido para que no contenga faltas de ortografía y se han rodado incluso las tomas falsas. Sólo queda por saber en la película: dónde, cómo y cuándo Sáinz volverá a abandonar, porque esto es un fijo en su quiniela.

Bueno, aceptemos que es un fijo para todas las quinielas, incluso para las de los que no consideramos que una cuñada sea quién para decirte cuándo te vas a suicidar, incluso señalándote el árbol y la quima de la cuál deberás tender la soga. Entonces, ¿qué hay de malo en que Carlos lo intente de nuevo si supuestamente ya sabemos el final? ¿A quién puede molestar todo esto? ¿En base a qué razonamiento se puede considerar que el de Madrid debería haberse jubilado? 

¿Y si esta vez lo hace...?

Sí, y si esta vez Carlos Sáinz se corona de nuevo en el Dakar, ¿qué hacemos entonces con tanto sabio agorero?

Os leo.

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