El tránsito de la mediocridad hacia nuevas mediocridades me produce bastante hastío. Desde que Fernando abandonó Ferrari para firmar por McLaren no hemos vivido sino en una montaña rusa. Hoy sí, mañana no, pasado tal vez... Y vuelta a empezar.
Era imposible, a comienzos de 2015, que Alonso hubiese sufrido una descarga eléctrica en su accidente en Montmeló. Se argumentaba entonces que no hay lugar más seguro en el mundo para recibir el impacto de un rayo que un vehículo de cuatro ruedas, porque los neumáticos hacen de aislante a pesar de que en la curva número 3 del circuito barcelonés, donde el agarre aerodinámico es fundamental, la bandeja del splitter acostumbra a arañar el suelo.
Era inaceptable, también, afirmar en público que Honda había sido cazada como un conejo por los mismos que buscaban con ahínco mejorar el espectáculo con la incorporación de nuevos fabricantes, mientras rompían rótula, tibia y peroné a la nipona con aquello de la imprescindible reducción de tokens porque la de Sakura partía con ventaja. Fernando se había equivocado, como de costumbre. Arai vendía humo. La diferencia de culturas, ya sabéis... Por nuestro bien no había que hacerse ilusiones...
Y sabiendo que el proyecto de Woking estaba enfocado a 2017, que 2016 iba a ser un año de tránsito porque se avecinaba un profundo cambio de normativa, se prefirió parecer serio a ser honesto y decir a los lectores que era necesario tirar de paciencia.
Fernando languidecía y firmaba en negro sus últimos días en la Fórmula 1. Yusuke Hasegawa, sustituto de Yasuhisa Arai, seguía vendiendo humo aunque menos espeso que su antecesor. Ahora, quien lo vendía opaco de cojones era McLaren. Los problemas persistían y amenazaban con convertirse en endémicos. Prohibido soñar con el sexto puesto conseguido en Rusia, no nos diera por venirnos arriba, innecesariamente, se entiende. Todo suponía el fin de una era que se estaba acabando, que se había acabado, aunque no quisiésemos darnos cuenta.
Posar los pies en el suelo nos recomendaban...
Pero ha sido conocer que Ferrari incorporará un montón de innovaciones radicales en su Unit Power 2017, y que los augures del holocausto hayan caído en la cuenta de que tal vez se han pasado de la raya con tantas precauciones y tanto no dejarnos soñar como nos diera la gana. Que quizás 2017 significaba lo que ha significado siempre: 2017, un instante nuevo para el que había que estar preparado. Y que a la luz de este descubrimiento, a lo mejor McLaren-Honda se ha estado preparando desde 2015, como nos dijeron en repetidas ocasiones desde la propia escudería, sea dicho de paso.
Y ahora sí, ahora vuelven y nos dan permiso...
Y dan ganas de decirles «no, gracias, ya creíamos sin que nos hicieran falta vuestros sabios consejos», por no insinuarles que compren vaselina para que no les duela cuando se metan su enésimo cambio de posición por el mismísimo... eso.
Os leo.
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