jueves, 1 de diciembre de 2016

Lenta agonía [Sauber]


Es complicado que una historia que comienza mal acabe terminando bien, y en el caso de Sauber, la verdad es que cuesta discernir cuándo empezó todo a ir mal para que a finales de 2016 estemos así.

Tal vez el detonante fue la testarudez de Peter Sauber a la hora de no ceder ni tanto así en rebajar el precio del centímetro cuadrado de carrocería, toda vez que su escudería era una de las que mayor proyección prometía en la parrilla cuando BMW abandonó a finales de 2009.

Fallaron las cuentas, es obvio. 2010 se disputó con parte del dinero ganado por BMW la temporada anterior, en un pastiche que no auguraba nada bueno: BMW-Sauber/Ferrari. Ahí, con dos bemoles. En 2012 Monisha Kaltenborn pasaba a manejar el 33% de un Peter Sauber que llevaba tiempo queriendo pasar a la reserva. Hinwil aguantaba con notable aunque las carrocerías de sus coches seguían mostrándose limpias como patenas. El equipo se sostenía quién sabe gracias a qué, y por supuesto a los pilotos (de pago).

Pero el cambio de reglamento de 2014 pilla con el pie cambiado a Sauber y ésta se sitúa al borde del precipicio. El chasis del C33 parece solvente, pero la unidad de potencia Ferrari impide firmar una buena temporada, y lo que es peor: compromete seriamente las expectativas de los dos años siguientes.

A la espera de las evoluciones prometidas para 2015 por Maranello, el C34 sigue yendo un poquito más allá con la presencia de Banco do Brasil apoyando a Felipe Nasr, pero, de nuevo, el monoplaza adolece de una falta de potencia que lastra todas sus posibilidades. La suiza se está metiendo en un auténtico atolladero mientras pelea a brazo partido por no terminar última de la parrilla en el campeonato, deshonor del que se salva gracias a que andan por ahí Manor y una McLaren coja y manca.

En 2016, el C35 pierde chance en su rango de excelencia, sale ramplón, y ofrece la sensación de que definitivamente Sauber ha tirado la toalla, bien porque los problemas económicos son demasiado gordos, bien porque nadie espera a Ferrari en Hinwil.

No ha ido bien esta campaña para la suiza. Exceptuando los 2 puntos obtenidos por Nasr ante su público (Brasil), la de Monisha podía muy bien haberse ahorrado el mal trago. Tetra Laval International es el nuevo apoyo en la sombra, pero durará lo que dé de sí Marcus Ericsson, porque de momento, Felipe Nasr no cuenta con dinero para continuar porque Banco do Brasil ha decidido no seguir apostando a la ruleta rusa, y el que puede poner Esteban Gutiérrez todavía está por ver.

Total, que para 2017, Hinwill se la juega con una unidad de potencia de este año (Tipo 059/5 by Ferrari).

Escribí hace un par de meses, más o menos, que el envite podría tener su enjundia —se conocen las prestaciones y es terreno seguro a la hora de desarrollar un chasis y una aerodinámica competitivas—, pero como salga farol, me temo que Sauber no llega a 2018. Dios no lo quiera.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una verdadera lástima. En estos años hemos visto a Mercedes comprar a Brawn, a una conocida bebida energética comprar no uno sino dos equipos, hemos visto a Renault volver al ruedo, a Ferrari tener un virtual equipo soporte (Haas), y seguramente otros "pasamanos" que no recuerdo en este momento. Si Monisha y Peter hubieran querido retirarse dignamente cuando aún contaban con un equipo sólido tuvieron varias oportunidades. O les venció la ambición, o algun otro jugador movió mas rápidamente. Fantaseando, inclusive el retorno de Honda podría haber sido una oportunidad.