Año malo para la de Silverstone, así, sin paliativos y para abrir boca...
Las negociaciones para traer a Newey, los refuerzos y modificaciones en el staff, los últimos retoques en la nueva fábrica, el moderno túnel de viento y el aparejado del CFD y el simulador, etcétera, podrían haber supuesto la distracción mayúscula que ha impedido a Aston Martin luchar por algo más que migajas a partir de este pasado verano, aunque tampoco podemos olvidar que, en pista, Alonso no puede trabajar solo, ni resulta aconsejable ver con buenos ojos que el asturiano haya sumado 70 de los 94 puntos que ha obtenido la escudería, sencillamente porque el hijo del jefe va para Campeón de Mundo, o eso nos cuentan los especialistas y expertos.
Más allá de la ausencia de una buena correlación de datos o que las evoluciones implementadas no hayan funcionado, con vuestro permiso apuntaría al flojo comportamiento que ha venido mostrando la unidad de potencia alemana desde que, en agosto del 23, la de don Lorenzo anunció que Honda sería su apuesta para 2026, más, si cabe, si miramos a la también cliente McLaren.
Sin potencia no hay control, decían, ni se puede extraer todos los posibles a los paquetes aerodinámicos, aunque, como venía diciendo más arriba, a Aston Martin le han fallado tantas cosas este 2024 que resulta complicado apuntar a una sola. En todo caso, acabar quinta, aunque a un universo de distancia de la cuarta, supone un buen punto de partida para 2025, ya que, entonces, se contará con el bueno de Adrian y todas las novedades técnicas de la nueva sede comenzarán a funcionar a pleno rendimiento.
Os leo.
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