miércoles, 25 de diciembre de 2024

El pobrete


Luego me sacáis cantares, que os conozco, pero manda narices que el abandono de Renault como motorista de Alpine se esté encalomando sólo a Flavio Briatore, cuando, aquí, del primero al último mono le ha reído las gracias a Otmar Szafnauer desde que fichó por Enstone.

Si hay un responsable último del desaguisado ha sido él. Año y medio en el cargo y ni p'alante ni p'atrás sino todo lo contrario, con el agravante de que, en Bélgica del 23, entregó la escudería a su sucesor en puritita pelota picada, en el chasis, vamos.

Lo de Alonso y Piastri estuvo incluso gracioso porque delató su enorme incapacidad para gestionar una escuadra de fábrica con aspiraciones de salir de mitad de la tabla. Su defensa cuando Rossi lo puso de patitas en la calle fue incluso peor que la de un crío que no ha hecho los deberes: no quiso obedecer órdenes para cambiar la cultura deportiva del equipo, así, a vuelapluma, que bueno, para un inglés medio puede incluso valer como excusa hazañosa y edificante, aunque para cualquiera que haya hecho análisis de texto, significa que la cúpula ya no confiaba en él y le estaba indicando qué cambios debía hacer.

Falto de autoridad, cómodo para los contrincantes, tendente a la autocomplacencia y a cometer errores de bulto —imponer a Ocon fue uno de los más graves, y a los hechos me remito, ya que Famin reaccionó rápido con el de Évreux en cuanto éste volvió a dar muestras de no tener muy claro el significado de trabajar en equipo—, Szafnauer tampoco fue capaz de reconquistar los caballos que le hacían falta a la unidad de potencia gala...

Y llega Briatore, por quien la prensa británica siente un cariño especial, y se encuentra con un muerto que no hay Dios que reanime, y corta por la tangente porque le han dado poder y sabe cómo usarlo. Y el italiano es el malo de la película a cuenta de mandar parar máquinas en Viry Châtillon, claro, y todo porque el pobrete de Otmar era buena persona, algo que, como todo el mundo sabe, sirve para escalar posiciones ante líderes de equipo con menos remilgos a la hora de dar dentelladas y hacer sangre.

Os leo.

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