Nos queda únicamente el Gran Premio de Abu Dhabi y ¡ya!, como ocurría durante los últimos días de colegio... ¡qué digo! ¡como durante los últimos días lectivos de cualquier curso de universidad!, que ya teníamos el trasero pelado de saber que lo irremediable iba a suceder de todas formas y sólo faltaba el trámite, el puñetero trámite, y apetecía una barbaridad volver la espalda a todo.
Vasseur confía en que Ferrari supere a McLaren en Yas Marina, pero con una cara que no invita precisamente a la confianza. Matemáticamente hablando todo es posible, sí, ya, pero da un poco de pena que en la cúspide del motorsport, en el pináculo de la excelencia sobre cuatro ruedas, ande el francés agarrándose a un vulgar clavo ardiendo y poniendo cara de circunstancias ante el micrófono, cuando todos sabemos, incluso él, que el telón que dará cierre a esta temporada en el Mundial de Constructores tendrá color papaya.
Os leo.
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