Tanto gasto en recursos, tanto túnel de viento y correlación de datos, tanto CFD y tanto simulador de última generación, y va el Gran Premio de Qatar y se salva por la intervención no programada de un puñetero retrovisor sobre la pista...
Con Russell en la posición de privilegio por sanción a Verstappen con un puesto en parrilla —seguro que ya habréis leído sobre eso—, la cosa ha empezado con el británico perdiendo la plaza en la primera curva en favor del holandés y Norris, instantes antes de que Ocon se pinzara a Colapinto y Dirección de Carrera haya decidido desplegar el Safety Car.
Después de la reanudación todo aventuraba una prueba procesional con canto de saetas desde los balcones, si es que los hubiera o hubiese, que ha sido que no, pero en la vuelta 33 Albon perdía su retrovisor derecho, que quedaba fuera de la trazada en plena recta principal, y en la 34 salían las cheerleader a alegrarnos la tarde, ¡una bendición!
Bottas, buscando refrescar las gomas de su monoplaza se movía y pisaba el espejo esparciendo sus restos. Pinchaba Hamilton y cundía el pánico. Amarilla, verde, amarilla otra vez, verde de nuevo. Más pinchazos, temor a que se replicara lo sucedido con las Pirelli el año pasado. Que si los pianos a pesar de haber sido rebajados de altura, que si el debris, que si los trocitos del retrovisor. Empurada a Lando por no respetar la doble amarilla, y con un Drive Through, ¡con un Drive Through! —Rui Marques parecía Gary Cooper en Sólo ante el peligro—. ¡Si ya no se usa! Que sí, que le ha caído un Drive Through. Y nueva neutralización de la 35 a la 42...
Yo he llorado de la emoción al ver cómo se destartalaba el guión, no os digo más...
Una vez nos hemos puesto de nuevo en marcha, la cosa ha quedado bastante revuelta porque los pasos por boxes han penalizado bastante a la tropa, a pesar de que Max seguía al frente, esta vez con Leclerc a cola de su vehículo y Piastri intentando salvar los muebles de McLaren, por cuanto Norris se había ido literalmente al cagarrón a cuenta del bendito Drive Through.
En este orden acababa el asunto, pero la alegría flotaba en el ambiente porque hay debate para estos próximos días. ¿Ha sido culpable Pirelli? ¿La FIA ha vuelto a liarla? ¿Se mantiene viva la lucha por el Mundial de Constructores...?
Os leo.
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