Luego vendrán Martin Brundle y Matt Bishop, o quien sea, a edulcorarnos la cosa con un poquito de sacarina líquida, pero a la prensa británica le ha faltado tiempo para seguir erosionando la figura del ahora vigente Campeón del Mundo.
No tienen nada contra Max, ya lo sabemos, faltaría más. Respetar y ensalzar al rival que ha vencido en pista habla de lo grande que eres como aficionado y la estatura deportiva de tu ídolo, pero, ¡carajo!, no parece mucha casualidad que hayan vuelto a perder el culo a la hora de ensuciar al holandés, ahora por su rifirrafe con George Russell en Losail durante la clasificación.
La FIA dio la razón al inglés, al continental no le sentó muy bien. Ambos son personas adultas, capaces de resolver sus cuitas sin necesidad de que intervenga nadie, pero eso importa nada o menos a los plumillas isleños, que llevan desde 2021 mostrándonos los peores perfiles de Verstappen para que asimilemos que es un campeón sucio y no merece lo que se está ganando a pulso sobre el asfalto.
Obviamente, mejor dar bola a tan burda tontería que analizar seriamente por qué Norris no ha cumplido las expectativas que ellos mismos levantaron, o por qué Hamilton parece una sombra de sí mismo.
Os leo.
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