El Trump de la F1

Hombre, negar que el señor de la imagen de arriba lo hace todo a base de talonario es mucho negar. En 2018 se pilló una escudería a precio de saldo y puesto que los resultados de su gestión no han acompañado ni en 2018 ni en 2019, para 2020 se ha comprado el comodín de la llamada y con razón Racing Point no ha enseñado el RP20 hasta que se ha puesto en pista, porque el cacharro parece un clon del W10 de Mercedes AMG y resultaba más sensato enseñar la patita cuando no hay vuelta atrás ni tiempo para reclamaciones.

No quito ni pongo nada, que conste, pero negar la mayor, y las evidencias, no creo que nos lleve a ninguna parte. Lawrence Stroll vino a salvar Williams pero lo único que hizo en Grove fue colocar a su hijo y buscarse un hueco para él en el paddock, y de ahí p'alante. 

Todo lo que tiene que ver con el multimillonario canadiense en la Fórmula 1 acaba oliendo a billete verde, seguramente porque como decía Groucho Marx: «¡Hay muchas cosas en la vida más importantes que el dinero...!, ¡pero cuestan tanto!», pero no lo vistamos de lo que no es porque su historia entre nosotos tiene poco de racing y mucho de puntito gracioso sin gracia, que nos entendemos. Y no me miréis raro, pues a lo mejor tiene la ocurrencia de preguntar cuánto cuesta convertir a Lance en tricampeón del mundo, o tetracampeón o lo que haga falta, saca el talonario, abona el peaje, y en menos de lo que tardamos en pestañear nos coloca a su zagal en el FIA Hall of Fame...

Me dejo de bromas. El dinero es importante en nuestro deporte pero no puede solaparlo, mejor dicho: no debe hacerlo.

Es una opinión, desde luego, pero entre el atractivo de la pasta y el pagafanteo y pesebrismo que se gasta el personal, estamos encumbrando una actitud que el día menos pensado nos da un disgusto, y ya es casualidad que ayer mismo hablara de este personaje y la puñalada trapera que le acaba de meter al WEC [Mal asunto]. No, el dinero no lo compra todo aunque te lleve a ser Presidente de la primera potencia del planeta, y el respeto en nuestra disciplina es una de esas cosas que no tienen precio porque se gana en pista y compitiendo, no tomando atajos.

Os leo.