Comienza el blanqueo

No, tranquilos. Apañados estamos si a viernes 27 de diciembre de 2019 no hay nada mejor que hacer que sobar y resobar la manchita en el expediente que le ha salido a Vettel gracias a Ferrari. Por suerte hay más vida y más deporte, aunque, desgraciadamente, también hay más mugre, como la vorágine de blanqueo del régimen de Arabia Saudí que ha comenzado gracias a que la próxima edición del Dakar se celebra allí.

Los petrodólares tienen un poder inmenso y aunque duela leerlo, cabe decir que el motorsport siempre ha tenido alma de chapero, escort de lujo o gigoló. Se vende al mejor postor. Pacta precio, tipo de servicio y duración del vínculo; y almas de cántaro: el resto es puritito decorado.

Y aquí estamos todos, frente a la evidencia de que un estado que se rige por el wahabismo y aplica la sharia pasándose los derechos humanos por el forro de los pantalones, que ha estado detrás de muchas cosas feas que le han pasado a su amigo Occidente en las últimas décadas (Al Qaeda, DAESH, etcétera), pretende lavar sus manos con lo del Dakar porque tiene pasta para hacerlo y gente dispuesta a servirnos en bandeja el idílico paisaje de un país que quiere portarse bien, al menos mientras dure el raid...

Obviamente somos libres de tragar este anzuelo y jugar a su juego, aunque en la medida de mis limitadas posibilidades me seguiré interesando por la carrera, sus participantes y avatares deportivos, y si hace el caso, desde luego que haré la guerra por mi cuenta, como de costumbre, que un poquito de geopolítica o historia reciente tampoco nos va a venir mal.

Os leo.