Viendo el pielfinismo que rodea a Lewis Hamilton y que, al parecer, hay mucha gente que relativiza los números y logros del inglés en su imparable ascenso a la cúspide del panteón F1, pienso que nos ahorraríamos algunos disgustos y mucha petición de disculpas si la FIA o el FOM, o ambos, declararan especie protegida al astro británico.
Muerto el perro se acabó la rabia, que decía mi abuela. Nadie en nuestra disciplina podría poner en cuestión lo alcanzado por Lewis, ergo no habría pupitas ni lastimaduras ni, por supueso, arrepentimientos ni matizaciones como las que se ha visto obligado a hacer Lando Norris, y, así, la prensa amiga y la marea de incondicionales tendrían campo libre para ensalzar sus logros y récords y ponerlo como ejemplo para las generaciones futuras. Ya que estamos, dado que Maradona tuvo su Iglesia, yo no vería mal que Hamilton tuviese la suya, con Tony Kanaan interpretando al diablo felón, claro.
Os leo.
4 comentarios:
Y gracias q Norris es british q sino...
King Crimson
Si es que no se puede ir por ahí diciendo verdades, que cuando son verdad duelen. La pena es que estos chavales de nueva generación están muy domados. O mejor dicho, saben que si cuestionan algo así, les expulsan del cielo rapidamente.
Sir John Young Stewart dijo lo mismo. Aún no he visto que rectificase.
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