sábado, 3 de octubre de 2020

Espacio para mejorar

Lo hemos comentado en muchas ocasiones en Nürbu pero a lo mejor no está de más repetirlo: la Fórmula 1 no es un monumento tallado en granito y vigente por los siglos de los siglos, cambia según sea el reglamento que toque. Aquí, obviamente, o adaptas tu catecismo a los tiempos que corren o vas aviado.

Sea como fuere, las últimas modificaciones importantes de la normativa han tenido más que ver con la aerodinámica que con las unidades de potencia, ergo hacemos bastante mal valorando la mayoría de coches por sus propulsores, mayoritariamente, en vez de acercarnos a ellos como ese todo del que hemos hablado tantas veces.

En fin, el RS-20 no supone ningún milagro, que es sobre lo que quería escribir. Ha mejorado el rendimiento y fiabilidad de su motor pero el monoplaza está sacando la cabeza en la parrilla gracias a que Enstone se ha currado un monoplaza dotado de un chasis notable y unas soluciones aerodinámicas bastante inteligentes. Difícilmente lo veremos luchando arriba porque su propósito es más medianero —parte de la inteligencia que comentaba en la línea anterior reside en haber entendido perfectamente cuál es su franja de combate—, y, en consonancia, sus rivales son Racing Point y McLaren, no Red Bull o Mercedes AMG.

Dicho esto, el vehículo de Renault goza de margen de maniobra para seguir evolucionando, circunstancia que podemos apreciar en el diseño de los bargeboards y derivas laterales, conjunto que, en líneas generales, se presenta (de momento) menos elaborado que los de su competencia. 

En el caso del W10 rosa de Silverstone creo honestamente que si no han tocado techo en este aspecto lo harán en breve. El del MCL35 de Woking es harina de otro costal y con vuestro permiso lo dejamos para mejor oportunidad, ya que lo importante es que el RS-20 tiene campo por delante para continuar mejorando, algo vital cuando la temporada 2020 se ha prolongado hasta finales de 2021 gracias al coronavirus.

Os leo.

No hay comentarios: