miércoles, 14 de octubre de 2020

Lo complicado

Mercedes AMG gana, arrasa, pero —siempre bajo mi humilde opinión— ha ido dejando de lado su misión de liderazgo, para colmo, en un momento en que la Fórmula 1 necesita más que nunca que alguien de dentro imagine entornos habitables para todos.

No me pilla de nuevas. A finales de abril de 2018 reflexionaba sobre esto mismo [Mercedes quiere ser Ferrari], y bien, mientras la de Maranello continúa arrastrando seguidores a pesar de sus malos resultados en pista, mantiene intacta su iconografía dentro de nuestro deporte y, en cierto modo, sigue siendo sinónimo de Fórmula 1, la británica (anglo-alemana, como prefiráis) deja tras de sí un terreno bastante complicado de definir, más aún, si cabe, tras el anuncio de salida de Honda.

El dominio de estos años ha mermado el espectáculo y no ha atraído gente nueva, ni nuevos fabricantes ni nuevas escuderías. Los circuitos viven un momento feliz pero no nos engañemos, se debe a las condiciones que ha impuesto la crisis de la pandemia de coronavirus, lo que nos pone en que como a John Malone se le canse la mano de firmar cheques o trasvase de dinero entre las empresas del grupo [Formula One Group (FWONA) CEO Chase Carey on Q2 2020 Results - Earnings Call Transcript], suena razonable que volvamos al escenario que dejamos atrás en 2019, inestable en la continuidad de algunos trazados y con un Gran Premio de Alemania en el alero, ya fuese en Hockenheim o en Nürburgring, y todo ello contando con que el virus nos brinde una pequeña tregua y la economía lo permita.

Lo he escrito otras veces, y por supuesto en la entrada que aludía al principio: lo de Mercedes estaba siendo una gigantesca operación de mercadotecnia, y en otras ocasiones, he acusado abiertamente tanto a Stuttgart como a Brackley de no saber ser generosas con el deporte. 

El ambiente actual está enrarecido. Hay dudas sobre la continuidad de Toto Wolff y el propio proyecto, lo de Aston Martin cada vez tiene más pinta de un cambio de cromos. Lo de la japonesa toca de lleno a Red Bull, su continuidad y su competitividad. Hamilton no renueva porque no lo tiene claro y esto transmite una sensación de inseguridad que se suma al abandono de Honda en un momento bastante delicado porque estrenamos normativa a comienzos de 2022.

Ferrari ha sabido salir airosa en este tipo de situaciones en el pasado, incluso tragando carros y carretas, pero a la de tres puntas le viene grande este follón, quizá porque imaginaba que ser como La Scuderia consistía sólo en ganar y mantener el poder, sin llegar a calibrar que también era importante saber qué hacer con él y que, a veces, habría resultado más inteligente abrir la mano que insistir en quedarse con todas las fichas de la mesa.

Os leo.

5 comentarios:

Antonio L. dijo...

La dominación absoluta es un absoluto fracaso y parece mentira que después de los cinco títulos seguidos de Ferrari, la FIA no pusiera coto a este insultante dominio de una sola escudería en el campeonato de F1.

Los favores se pagan y a Red-Bull le debían el salvar el campeonato de Rallys y a Mercedes el comprar Brauw-gp cuando más falta hacía para la viabilidad del campeonato de tito Berni.

Favor se paga con favor y con esos trajemanejes hemos llegado al hastío total de la actual competición.

Lo complicado no es llegar, si no mantenerse y ahí Ferrari es la número uno sin discusión. Forza a los coloraos...........

Un saludo de un alonsista

Tadeo dijo...

La FIA solo podía montar una F1 de híbridos usando un gran equipo como Mercedes para desarrollar un motor que diera la talla.

Una vez desarrollado ese motor, planteó la actual F1.

El premio por esos años de desarrollo a ciegas ha sido el dominio más abrumador de la historia de la F1.

También sabemos, y ellos más que nadie, que la historia se mueve a base de ciclos. El ciclo de Mercedes lo quieren acabar en el 2022, y Mercedes no tiene claro lo que va a hacer después.

Veremos qué dicen los ciegos.

Saludos

Cao Wen Toh dijo...

Para mí que Mercedes compró más cromos de los que al final se va a llevar. Pero no por su buen hacer, sino por culpa de imponderables como la fábrica de paquetes Vettel y que Red Bull le comiera los tobillos en los despachos a Ferrari porque su Honda no tiraba.

Lastra dijo...

Para mí que Mercedes se va como equipo al final del año que viene y su estructura - más o menos - se la queda el millonetis ese de Ineos, aunque imagino que Toto arramblará con algún técnico de los buenos hacia RP/Aston Martin.

Red Bull por su parte supongo que intentará por todos los medios no volver a Renault, y si Brackley ya no está en la ecuación pues bien podría montar una UP de Merche previo paso de Williams a montar la de Viry Chatillon, un suponer, claro... Otra posibilidad sería que Honda licenciara a Mugen o Ilmor para tirar con sus UP's actuales con la ayuda de unos cuantos de sus ingenieros dedicados a este menester, dejando que Matesichtz considerase cuanta pasta meter en su desarrollo futuro.

En fin, por imaginar películas que no quede :)))

Anónimo dijo...

La ha clavado, caballero. Son todas películas posibles.

Especialmente la que va de una escudería austriaca, que de tanto tocar los huevos, le pilla el impulsor a Williams.

Y Renault acaba motorizando dos equipos, con los beneficios que ello conlleva. Todos felices.