viernes, 13 de marzo de 2020

¡Retirada!


Poco se puede decir a estas horas: integrantes del equipo McLaren en cuarentena por coronavirus, lo que originó que la británica anunciase que cogía las maletas y declinaba participar en el Gran Premio de Australia, debates y más debates salpimentados con el respeto a la competición e conveniencias varias —que se te caiga un rival siempre supone una buena noticia en el paddock—, y, definitivamente, se cancela la carrera después de que Liberty Media haya dado un hermoso paso en falso que ha incentivado el periodismo más rancio y que el respetable enseñe la patita y sus más feos costurones...

A ver, siempre se ha dicho que una retirada a tiempo vale lo que una victoria, y si bien es cierto que lo razonable habría sido no presentarse en Melbourne, también es verdad que el cúmulo de intereses que rodean este tipo de eventos supera con mucho el caudal de las cataratas del Niágara.

Después de la que ha caído en Australia con los incendios desde septiembre pasado, renunciar a su Gran Premio y al atractivo turístico de la prueba se veía que encajaba mal. Los promotores no iban a ceder aunque estuvieran jugando con fuego. Lo escribí hace unos días: Australia, Bahrein y Vietnam le habían pasado la patata caliente a la propietaria de la Fórmula 1, pues de esta forma se evitaban exponerse a indemnizaciones. La FIA, como de costumbre, ha permanecido en un sutil segundo plano cuando lo suyo habría sido que hubiese cogido el toro por los cuernos, valorando la situación, indagando los factores que intervenían y calibrando los riesgos, y tomando las decisiones pertinentes en vez de lavarse poco menos que las manos hasta que todo ha estallado por los aires...

Liberty ha hecho el canelo, para qué vamos a andarnos con paños tibios. También tiene excusita flanderiana, ¡cómo no! La organización no veía pegas, la FIA tampoco, los equipos que p'alante porque ellos van donde les mandan y, a su manera, también se han lavado las manos hasta que ha pasado lo inevitable, y esto es lo que ocurre cuando el dinero está por encima de la seguridad, que no es por nada, pero ya lo hemos visto en otras ocasiones: el Gran Premio de Japón 2014, sin ir más lejos.

Mucho Halo y mucha polla en vinagre, y disculpadme la expresión, pero mientras la pasta siga estando por encima de otras consideraciones en el pecado estará la penitencia y de ahí dificilmente vamos a salir. Como consuelo, os diré que Ernesto y yo ya lo sabíamos. Bernie no iba a aparecer por Albert Park y eso era un claro síntoma de que la seguridad no estaba garantizada al 100%.

Pero a lo importante: por mucho que nos vendan lo contrario, ni con la Bruja de Blancanieves se vivía mejor ni se pueden cargar las tintas sobre una decisión, que aunque ha llegado tarde, surge de haber visto definitivamente las orejas al lobo. El coronavirus era y sigue siendo un problema grave, y bien está que la Fórmula 1 esté reconsiderando todo el inicio de la temporada.

Os leo.

1 comentario:

EL PATO COLOMBIANO dijo...

Me gusto mucho su análisis sobre la situación actual de la F1. Levanto la mano que voy a leer siempre su blog. Saludos