jueves, 19 de marzo de 2020

2007 / Guía para jóvenes castores


Descuidad, no voy a tratar de convenceros de nada. Somos mayorcitos todos y únicamente me voy a limitar a explicaros qué puede no entender Pedro de La Rosa [Sigo sin entender por qué nos multaron con 100 millones de dólares], porque hay sólo una cosa que no entiende el barcelonés aunque, por increíble que parezca, 13 años después de aquellos sucesos se siguen mezclando al menos cuatro líneas argumentales que perpetúan ad nauseam la sensación de que hubo culpables confesos y mártires, y no miro a nadie.

Antes bien, os diré que mezclar tramas no es lo mismo que hacer tramas complejas, y cualquier editor o productor os confirmará que suele ser el recurso facilón de algunos autores que no tienen las ideas claras y buscan hacerse fuertes en el barullo para salvar la cara de sus historias. Y bien, la prensa anglosajona es maestra en este tipo de ardides y es por ello que para fundir las diferentes tramas suele abusar de la figura mítica del informador anónimo, una suerte de as en la manga que permite que los follones que no entiende nadie lleguen a convencer a un público entregado a este tipo de tejemanejes.

Entendido que enredo no siempre es sinónimo de calidad, cabe decir que en el lío de 2007 hay una primera línea argumental que surge en Maranello. Nigel Stepney está rebotado con Ferrari, busca trabajo y dañar a su empresa, y contacta con Mike Coughlan pasándole información sensible. La FIA no le sancionó porque consideró que ya había penado bastante perdiendo el trabajo, y es el Juzgado de Módena quien lo condena a prisión menor y una multa por espionaje industrial y sabotaje, en respuesta a una solicitud presentada por Ferrari a la Fiscalía. Jamás cumplió la pena debido a que falleció en atropello el 2 de mayo de 2014...

La segunda línea argumental surge de la primera, como mandan los cánones, y consiste en que la FIA investiga a McLaren después de que Ferrari lleve a Stepney a los tribunales en junio de 2007 —también ha empitonado a Mike Coulghan pero ceja en su empeño gracias a que éste se anima a colaborar después de que Woking lo haya apartado de sus funciones (lo despedirá en marzo de 2008)—, y sin el apoyo de La Scuderia convoque a la británica ante el Consejo Mundial ese mismo julio, para terminar sentenciando que no hay pruebas de que el espionaje haya afectado a la competición.

La tercera línea argumental supone una vuelta de tuerca a la segunda. Max Mosley, en respuesta a Ferrari (ahora sí), impugna la decisión del Consejo Mundial que él mismo ha presidido y reabre el caso en agosto porque una fuente anónima ha informado a la FIA que los pilotos podrían seguir manejando información de la italiana. Se solicita a los conductores que entreguen los e-mails bajo amenaza de perder la superlicencia, Hamilton no entrega nada y De la Rosa y Alonso entregan lo que tienen con el permiso y conocimiento de Ron Dennis, y aunque los mensajes no aclaran nada, como consta en las declaraciones, Mosley carga las tintas contra Dennis por haber mentido a la Federación, excluye a McLaren del campeonato por un espionaje que un mes antes no había afectado a la competición, y la mete una multa de órdago aunque no actúa contra sus pilotos.

La cuarta línea argumental es deportiva y solapa las anteriores, y surge en Mónaco a partir de que la FIA interviene de oficio por ver si McLaren ha dado órdenes de equipo tras la queja pública de Lewis...

No me extiendo más. Decía al comienzo que todos somos mayorcitos, pero si queremos entender de qué van las quejas de Pedro, lo mejor es que investiguemos cada línea argumental por separado —hay abundante material de cada una de ellas—, ya que fue la prensa inglesa la que tuvo a bien mezclarlo todo para consolidar una gran historia de buenos y malos, y traidores españoles, que vista sin apriorismos y prejuicios da justito para lo que da: una guerra entre Mosley y Dennis por ver quién la tenía más larga, que, se cuenta, llevó a este último a vengarse del primero en 2008 filtrando el vídeo nazi/masoquista en el que intervenía Max, y como nos contó Adrian Newey, al interfecto a aceptar el Doble Difusor en 2009 por dar una lección a Ferrari y McLaren, etcétera, ecétera, etcétera.

No desesperéis, como en casa en ningún sitio. Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

PAYASO

Elín Fernández dijo...

¿Te describes a ti mismo?