viernes, 20 de marzo de 2020

Y llorar, llorar, llorar...


No sé si es más triste comprobar que se está dando más importancia a las palabras de Claire sobre la situación crítica a la que se aboca Williams con la pandemia del coronavirus, que a las que dedicó al paddock y medios a finales del mes pasado. En todo caso, que es a lo que vamos, resulta bastante patético que ciertos sectores de la prensa insistan en repartir un puñado de cartas para nuestro entretenimiento, cuando la baraja es infinitamente más amplia.

No había que ser ningún lumbreras para imaginar la que se venía encima, la verdad. El pasado día 12 escribía sobre esto mismo aquí, en Nürbu [Prueba de estrés], y la de Grove era una de las candidatas a pasarlas muy canutas porque lleva unos cuantos años que son de esos que decimos pa'tirar a la basura, y bueno, es sintomático de que tal vez la hija de Frank apuntaba a la diana en sus estimaciones sobre el machismo cuando, en plena crisis sanitaria de ámbito mundial, ante un declaración bastante responsable sobre lo que está atravesando la británica en la actualidad, vuelve la burra al prado con la mala gestión, la posible venta y el abanico de monsergas habituales.

«Me encantaría caminar por él [el paddock] tras llevar al equipo a un lugar mejor, y para enseñar así que una mujer puede recibir esas críticas y pelear para demostrar que una mujer, esposa y madre, es capaz de llevar con éxito un equipo de F1...» [Muchos creen que nos va mal porque tuve un bebé]. No llora Claire, lloran los gacetilleros y juntaletras que no han entendido todavía que la Fórmula 1 actual no es el lugar de antes y que las recuperaciones milagrosas en su seno son imposibles ahora porque apenas queda margen de maniobra ante los desastres.

Suelo ser muy crítico con la de Grove, pero todavía me dan los dedos de frente para evitar mezclar churras con merinas y detectar que hay ataques gratuitos que tienen que ver más con la gestión que con el género del protagonista o la protagonista, que es el caso que nos ocupa.

En casa se está muy bien... Os leo.

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