jueves, 5 de marzo de 2020

La vie en rose II


No creo que escriba más hoy porque si os soy sincero, llevo todo el puñetero día dándole a la tecla y aunque digan que cuando disfrutas el trabajo cansa menos, lo cierto es que estoy molido, que será, imagino, por las sentadillas y los isométricos de abdominales que se ha metido mi cerebro entre pecho y espalda...

Me dejo de chorradillas que nos va a ir mejor, en todo caso, aviso que ésta va corta y al pie. Y es que mientras colea el tema de que somos unos exagerados y envidiosos los que vemos un calco del W10 de 2019 en el RP20 de este año, le preguntan a Claire Williams si no le habría salido a cuenta pillarse los planos del Mercedes AMG a la de Grove, y va ella y contesta sucintamente que no encaja en la filosofía de su escudería copiar coches de la competencia.

El asunto tiene su gracia y por partida doble. Primero de todo, porque va a ser considerado deporte de alto riesgo negar que Lawrence Stroll se ha extralimitado atajando el camino que a otros les lleva años de trabajo y evolución constante; y segundo, porque la pregunta a Claire va cargada de sorna mediterránea, por no decir que parece una lupara con cartuchos de posta lobera, y la hija de sir Frank se la quita de encima con abundantes dosis de flema británica.

Hablar de creatividad con los tiempos que corren es mucho hablar, pero bien está que la gerente de Williams nos recuerde dónde reside el ADN de la Fórmula 1: básicamente en aceptar que es preferible ser uno mismo aunque te arriesgues a ser el último equipo de la parrilla, que ir de listillo por la vida. Don Lawrence Stroll debería aprender de esto, aunque dudo que no le pase que le entre por una oreja y le salga por la otra. Old School vs. nuevos tiempos. Obviamente me quedo con la primera.

Os leo.

1 comentario:

ivano dijo...

Al menos a Claire le queda un poco de honor para honrar a su viejo.