En nada nos ponemos en 18 años de actividad del blog y en 8.000 publicaciones, como quien no quiere la cosa, que no sé cuál de las dos cifras pesa más aunque la primera llegará antes, sin duda; y, bueno, aunque no recuerdo que hayamos celebrado dos efemérides así en tan pequeño intervalo de tiempo como el que nos brinda este próximo trimestre —cuatrimestre si soy capaz de estirar un poco los espacios entre entrada y entrada—, lo cierto es que estamos lidiando bastante bien con el acogotamiento al que nos somete un calendario tan denso.
En fin, resulta curioso que la mayor cantidad de críticas que recibe nuestra actividad atienda, precisamente, a esa manera norteamericana que ha impuesto Liberty Media en nuestro deporte, que, aceptémoslo, hoy por hoy no resiste ninguna comparativa a pesar de que fomente que los más incautos encallen intentando establecerlas.
Al diablo se le ocurre mirar en modelos localistas (tipo IndyCar o NASCAR) para hacer crecer uno de inspiración globalista que, en 2017, cuando la yankee se hizo con el negocio, ya disponía de todos los ingredientes para mantener intactas sus peculiaridades y seguir reinando en el Olimpo, pero el guión no lo escribimos nosotros. Liberty quiere amasar público estadounidense y hacia allá vamos desplegando todo el trapo disponible, lo que genera el sindiós del que vengo hablando, ya que, los que siguen recomendándonos que tomemos nota de lo que se cuece en USA, son, también, los más feroces detractores del actual estado de cosas en la Fórmula 1.
Como decía Concha: quien nace barrigón de más está que lo fajen, y cuando falta cultura, y no me refiero a memoria sobre datos estadísticos, anécdotas, récords y otras jaimitadas, ni te enteras del calado de las modificaciones que ha ido implementado la propietaria de los derechos en la disciplina, ni, más grave, te merecen consideración los riesgos que afrontamos a partir de ellas.
Nunca nos pareceremos a la IndyCar ni mucho menos a la NASCAR, pero ahora nos sobran circuitos como Mónaco, aunque no es sólo el caso del trazado del Principado: Zandvoort caerá en Breve, Ímola es posible que no renueve, Montmeló está en el alero, Spa-Francorchamps pasa a modo intermitente... No sé, mientras no nos preguntemos en serio ¿qué coño está haciendo Liberty Media con nuestras señas de identidad más clásicas?, difícilmente saldremos de este atolladero donde nos ha metido la de John Malone, con la ayuda inestimable de la prensa palanganera y una afición que sólo sabe quejarse de lo obvio y cuando ya no hay nada que hacer.
Os leo.
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