Será que no soy yo, como decía la canción, pero me cae un poco a desmano todo esto de aprovechar los 30 de abril y 1 de mayo de cada año para edulcorar un poquito más nuestra ya maltrecha actividad.
Puestos a encontrar motivos inspiradores estas fechas, me quedo con el del tipo que consideró que no le hacía falta más y decidió dejar de jugarse la vida tras disputar el Gran Premio de Francia en Reims; o con el del que prefirió renunciar a mejorar sus estadísticas personales en Watkins Glen, simplemente porque la pérdida de su compañero le exigía un sencillo gesto de reconocimiento; o, ya puestos, con el de aquel otro que sólo volvió para conseguir una cuarta corona, y luego de lograrlo ni miró atrás cuando colgó los guantes y el casco.
Vivir siempre me ha parecido más importante que exponerse a morir, incluso si lo haces realizando algo que te gusta.
Os leo.
1 comentario:
Debió haberle hecho caso a el Dr. Syd Watkins...
Otra fuera la historia y lo tuvieramos como todo el tri campeón que fue.
Publicar un comentario