jueves, 29 de septiembre de 2022

Mierdismo en Fa sostenido

Cuando un tipo como Adrian Sutil te llama «mierda» por haberte hecho el orejas a la hora de testificar a su favor después de haberte comprometido a ello, lo menos que se puede esperar de ti es que gastes tu vida y las siete de tu gato en desdecir al alemán con hechos, no con palabras, que siempre se las lleva el viento.

Contrariamente a este axioma que debe tener grabado en su mollera cualquiera con dos dedos de frente, Lewis no ha hecho otra cosa desde aquel lejano 2012 que profundizar en su mierdismo inherente, dando la razón a Sutil y a cuantos lo miramos de reojo fuera del coche y, desde 2017, también dentro.

Entonaba el desperdiciado Miguel Bosé aquello de «Será que con los años me he hecho inmune a casi a todos los pecados, normal me de pereza ir al infierno si entro y salgo a diario de él». Todos erramos, todos hacemos el idiota, todos nos enamoramos alguna vez de la maestra o perdidamente de quien no debemos, lo que no solemos hacer es seguir dando razones al enemigo y a Antonio Recio en aquello otro de «En el sótano de tu fracaso, siempre hay una planta más».

Hamilton es diferente. Lejos de rehuír su mierdismo lo modela y actualiza como un alfarero hace con la arcilla. Hoy vaso, hoy vasija, hoy florero, hoy figurita de barro, hoy pienso en los aficionados y en la turrada que está dando Max Verstappen cuando yo corría con la minga fuera del habitáculo desde 2014, y gracias a que Nico Rosberg os ahorró 2016 y el holandés paró la cuenta en 2021...

Soy consciente de lo que os cuesta llamar a las cosas por su nombre, pero para esto que sigue haciendo el británico sólo hay un apelativo.

Os leo.

1 comentario:

Cao Wen Toh dijo...

"Ser civilizado no debe confundirse con ser amable o cortés, y mucho menos caritativo o crédulo." Llamar a las cosas por su nombre es un acto de civismo. ¡Bravo, Josete!